Periodista especializada en lifestyle y decoración
Actualizado a 03 de diciembre de 2024, 20:01
David Ballester
Una familia de tres. Una pareja y su adorable perrito teckel, se pusieron en contacto con el Estudio AARO para dar estilo y personalidad a su nuevo piso pequeño, ya reformado, de unos 56 m2.
A pesar de sus reducidas dimensiones, esta vivienda cuenta con todo tipo de comodidades: un salón-cocina-comedor, aseo y dos habitaciones, una de ellas con un pequeño vestidor y baño en suite y hasta un despacho o zona de trabajo.
No obstante, los propietarios buscaban acomodarlo mucho más a sus necesidades. Eso sí, minimizando las obras a realizar, y dándole un toque alegre y acogedor para hacerlo sentir su nuevo hogar. Para conseguirlo, el primer paso que dieron los interioristas fue demoler el tabique entre una de las habitaciones y el salón, sustituyéndolo por un cerramiento de vidrio y metal.
No necesitaban un segundo dormitorio, pero sí que les hacía falta un espacio donde trabajar desde casa de vez en cuando. Es por eso que se creó esa zona de despacho con posibilidad de integrarse (abriéndose o cerrándose a través de la puerta corredera) con la zona de día. ¡Ahora las estancias están muy comunicadas entre sí! Vemos cómo ha quedado.
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Un salón con mucho confort muy acogedor
David Ballester (@fotografointeriores)
Un salón con mucho confort muy acogedor
El salón es el punto clave de la casa. Es el espacio que conecta tanto la zona de día como la zona de noche en este ambiente común. Para aprovechar su espacio, se diseñó un mueble a medida para el frente de televisión, creando una separación entre la zona de estar y la cocina, ocultando así el acceso al aseo y la visión de la puerta de entrada desde el salón.
Esta decisión permitió desplazar la televisión hacia la izquierda para que pudiera estar centrada con el sofá y no apartada hacia la esquina, haciendo más cómodos los ratitos en pareja disfrutando de series y películas, algo que los clientes tienen entre sus hobbies.
Además, los tonos suaves se extienden en todos los espacios, haciendo que estén más armonizados y que inspiren sensación de calidez y calma, algo esencial en pisos pequeños. ¡Y sofá que no falte! A pesar de ser una familia de tres, el sofá es muy amplio y confortable en forma de 'L' y repleto de cojines, ¡eso era indispensable!
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Una zona de comedor acristalada entre salón y despacho
David Ballester (@fotografointeriores)
Una zona de comedor acristalada entre salón y despacho
El salón también cuenta con una pequeña zona office o comedor, que es la clave que separa esta zona de día de la zona de trabajo (o despacho). Para separar ambientes, se colocó ese cerramiento en vidrio y metal que ha permitido introducir más luz en el salón (sumando las dos ventanas que hay en el despacho) e hizo que la zona de día se percibiera con muchísima más amplitud.
Al ser un hogar pequeño, el comedor cuenta con mesa redonda de madera con bonitas butacas sofisticadas, que permite transitar la casa de forma más fluida y cómoda. Además, las mesas redondas aprovechan mucho mejor el espacio, optimizando cada uno de los metros cuadrados de la zona en la que se coloca.
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Una zona office con la calidez de la madera
David Ballester (@fotografointeriores)
Una zona office con la calidez de la madera
Llegando a la zona del despacho, los interioristas diseñaron una mesa de trabajo lo suficientemente amplia para que, en casos puntuales, pudieran trabajar hasta dos personas de forma cómoda (una a cada lado de la mesa). De esta forma, este espacio aprovechado se convierte en una estancia funcional.
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Una cocina abierta con península
David Ballester (@fotografointeriores)
Una cocina abierta con península
El salón también está abierto a la cocina, utilizando su península como barra espaciadora que delimita un ambiente y otro. Además, aprovechando la diferencia de altura de los techos, los interioristas decidieron también añadir unas falsas vigas de madera en la zona del salón-comedor para aportar calidez y personalidad al espacio, que también transfiere a la zona de la cocina. Encimera de granito y muebles bajos, lisos y blancos que continúan potenciando la luz, imprescindible en los pisos pequeños.
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Un dormitorio en tonos blancos y verdes
David Ballester (@fotografointeriores)
Un dormitorio con toques de color
En el dormitorio, se optó por unas mesillas voladas para aportar ligereza, debido al reducido tamaño del mismo. Las lámparas colgantes le dan un toque moderno y minimalista. Tanto en el dormitorio como en la zona de día, se trabajó con una base en tonos neutros (blanco-beige-negro). Los acentos de color en azul, mostaza y terracota aportan alegría y vitalidad a los ambientes.
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Plano de la casa
Estudio AARO
Plano de la casa
Aunque las instalaciones y acabados habían sido actualizados con buen gusto, la vivienda no se adaptaba del todo a las necesidades de esta familia que, además, quería añadir un toque personal que les hiciera sentir esta casa como su nuevo hogar. Gracias a la nueva distribución, se logró una gran transformación para su día a día, maximizando la luz en el área central de la vivienda y añadiendo un cómodo espacio para trabajar desde casa que ahora se ha vuelto una estancia esencial y primordial.