Una familia de tres. Una pareja y su adorable perrito teckel, se pusieron en contacto con el Estudio AARO para dar estilo y personalidad a su nuevo piso pequeño, ya reformado, de unos 56 m2.

A pesar de sus reducidas dimensiones, esta vivienda cuenta con todo tipo de comodidades: un salón-cocina-comedor, aseo y dos habitaciones, una de ellas con un pequeño vestidor y baño en suite y hasta un despacho o zona de trabajo.

No obstante, los propietarios buscaban acomodarlo mucho más a sus necesidades. Eso sí, minimizando las obras a realizar, y dándole un toque alegre y acogedor para hacerlo sentir su nuevo hogar. Para conseguirlo, el primer paso que dieron los interioristas fue demoler el tabique entre una de las habitaciones y el salón, sustituyéndolo por un cerramiento de vidrio y metal.

No necesitaban un segundo dormitorio, pero sí que les hacía falta un espacio donde trabajar desde casa de vez en cuando. Es por eso que se creó esa zona de despacho con posibilidad de integrarse (abriéndose o cerrándose a través de la puerta corredera) con la zona de día. ¡Ahora las estancias están muy comunicadas entre sí! Vemos cómo ha quedado.