Juntas o separadas. La ventaja de las mesas de centro en versión nido es que las puedes mover con facilidad. Las pequeñas se pueden guardar fácilmente bajo la más grande. Cuando tengas invitados solo tienes que sacar de nuevo la versión mini, y ¡listo! En especial, nos gustan esta versión nido de madera ya que son elegantes y aportan calidez al salón.
Sofá de Pedro Ros. Mesas y cojines de Batavia. Alfombra de Tailak.
Orientación: luz, confort y ahorro energético
No se le suele prestar mucha atención, pero la orientación de la vivienda en general y del salón en particular es muy importante. No solo por la cantidad de luz que reciba, sino porque de ella dependen factores tan importantes como el confort a lo largo del año o el ahorro y eficiencia energética. Es un factor básico determinante en la decoración de salones.
La orientación sureste es, en general, una de las mejores posibles, ya que en invierno el sol da todo el día, sobre todo durante la mañana. Eso hará que el calor se acumule durante el día liberándose por la tarde-noche. Por lo que el gasto energético no será muy acentuado. Y en verano, a partir de mediodía, el nivel de radiación recibida será menor, por lo que no deberás invertir tanto en aire acondicionado.
¿Cortinas o estores?
Esta no es una decisión solo estética, sino que las ventanas marcarán en gran medida el sistema más adecuado. Si dudas entre elegir estores o cortinas, debes saber que si tu nuevo salón cuenta con ventanas balconeras la opción más cómoda a la hora de abrir y cerrar las ventanas son las cortina. Si cuentas con pocos metros, los estores son un aliado, porque al recogerse totalmente sobre la ventana no restan metros.
Búscale un sitio al sofá
El sofá es el rey del salón, pero muchas veces no pensamos en él cuando estamos buscando piso. Lo ideal es reservar para el sofá la pared más larga y, a poder ser, sin ventanas, para no interferir el paso de la luz. Un consejo: ve metro en mano y mide las paredes en busca de su ubicación ideal.
¿Te cabe un sofá rinconero o una chaiselongue?
Si no cuentas con una pared XL, no te conformes con un sofá convencional de dos plazas, sobre todo si sois más de dos en casa o soléis recibir a menudo. En este sentido, los sofás rinconeros son una opción ideal para ganar plazas de asiento aprovechando el ángulo de dos paredes –ojo, debe ser recto–. De hecho, si tu salón cuenta con un rincón de 250 x 180 cm ya podrás disfrutar de un sofá rinconero cómodo.
Otra opción muy de moda son los sofás con módulo chaiselongue. Resultan visualmente más ligeros que uno esquinero, ya que la chaiselongue no tiene respaldo. Son muy útiles en familias de solo dos o tres personas, ya que suelen contar con dos plazas de asiento más la tercera de la chaiselongue, muy cómodo para tumbarse. En cuanto a medidas, lo mínimo es un sofá de 250 x 150 cm.
¿Y el televisor?
Si la ubicación del sofá es clave, también lo es localizar la antena de la tele, porque si no quieres arriesgarte a hacer rozas por toda la pared, condicionará la ubicación del futuro televisor. Debes saber que lo ideal para ver bien la tele es que el centro de la pantalla quede entre 85 y 100 cm del suelo. Y siempre que sea posible, verla de frente, porque se evitan reflejos.
Otro factor importante son las pulgadas del televisor y la distancia entre la tele y el sofá. Para evitar la fatiga visual se recomienda separar el sofá 50 cm por cada 10 pulgadas del televisor. En el caso de los televisores 4K puedes reducir unos centímetros esta distancia porque la resolución es mayor.
Piensa en el almacenaje
Una vez ubicado (mentalmente) el sofá, toca mirar el resto de paredes con mucho mimo para prever con qué espacio puedes contar para guardar. Si necesitas mucha capacidad, lo ideal es un mueble híbrido entre librería, armario y mueble del televisor. Los muebles a medida son los que se adaptan como un guante al espacio y a tus necesidades, pero también hay soluciones modulares que ofrecen flexibilidad a precios muy competitivos.
¿Vas a aprovechar tus muebles?
Es habitual conservar, si no todos, algunas piezas especiales del piso anterior cuando nos mudamos. En este sentido, si tienes claro qué muebles vas a llevarte contigo, es básico que vayas con las medidas de todos ellos bien anotadas y les busques, metro en mano, su nuevo sitio en el salón. Y nada de "a ojo de buen cubero", que después faltan centímetros.
Mesa de centro: ¿sí o no?
Hoy en día, cuando los metros de muchos pisos son escasos, prescindir de la mesa de centro está al orden del día. Piensa que lo ideal es dejar unos 40 cm entre el sofá y la mesa de centro y entre ella y el siguiente obstáculo, por lo que si el espacio te va a quedar muy encorsetado, no dudes en prescindir de ella.
Aún así, tener una mesita o auxiliar de apoyo es muy útil. Un recurso es optar por piezas versátiles, como un puff, que pueden servir de asiento extra o de mesa de centro si se necesita.
¿Dónde está la cocina?
La cocina cada vez toma más protagonismo en el día a día en casa, convirtiéndose en muchos casos en el corazón real del hogar. Si este es tu caso, será vital que la cocina esté lo más cerca posible del salón para facilitar la conexión y las dinámicas entre ambos espacios. Es más, aunque ahora quizás no te plantees hacer reformas, quizás más adelante puede animarte a hacer obras y abrir la cocina al salón. Por lo que seguro que agradecerás que estén cerca.
Piensa en el teletrabajo y prevé una zona de despacho
Lo hemos oído y leído un sinfín de veces a raíz de la Covid-19: el teletrabajo ha venido para quedarse. De ahí que sea básico habilitar una zona de despacho en casa. Y el salón suele ser la estancia que reúne las mejores condiciones de espacio y luz.
El rincón que elijas deberá contar con enchufes cerca y a poder ser, luz natural –evita que le dé de espaldas, porque los reflejos en la pantalla te molestarían–. En cuanto a las medidas, para que la mesa sea realmente, lo ideal es que mida al menos 90 cm de largo y entre la mesa y el siguiente obstáculo tiene que haber, al menos, 90 cm libres.