La filosofía japonesa y el budismo han calado de pleno en la cultura occidental desde hace siglos. Su ritmo tranquilo representado con un estilo de vida "zen" puede ser lo que necesitemos en casa para crear un ambiente tranquilo en nuestro hogar.
Los jardines japoneses están pensados para ser contemplados y transportarnos a la meditación o a calmar nuestro estrés o preocupaciones del día. La naturaleza adquiere una gran importancia en ellos, por lo que no es extraño ver plantas frondosas combinadas con agua o piedras, creando una estética de lo más particular. Y es que en él están todos los elementos que representan la naturaleza: el agua, el fuego (a través de puntos de luz), la tierra y el aire. Aplicar los 4 elementos no es tan complejo como parece, solo necesitamos añadir elementos que los representen.
En los tradicionales jardines de Japón, las líneas se caracterizan por ser curvas y asimétricas como representación abstracta de la naturaleza para crear un microcosmos ideal. Un aspecto sorprendente de estos, es que según donde mires, la estación o la hora que sea el paisaje cambia ricamente. ¿El objetivo? Conseguir serenidad a través de la naturaleza.
Si tienes una vida ajetreada y tienes un espacio exterior, aplicar las tendencias tradicionales japonesas en decoración puede ayudarte a dejar el estrés aparcado fuera de casa. Piedras, madera o plantas coloridas son los elementos que tienes que tener en cuenta para crear un espacio asiático dentro de tu casa. Desde El Mueble, hemos recopilado 4 consejos para que tengas claro cómo aplicar los mejores trucos a tu jardín de ensueño.
4 trucos para conseguir un jardín japonés tradicional
Unos buenos consejos nunca vienen mal, y más cuando queremos aplicar tendencias tradicionales a espacios que ya tenemos semi construidos. Tienes que tener en cuenta que para la construcción de un jardín ideal, la naturaleza es imprescindible, sobre todo en los orientales. Los colores madera como el claro u el oscuro te ayudarán a conseguir una atmósfera cómoda y relajante. A continuación, vamos a explicarte los consejos que hemos ido recopilando durante todos estos años sobre la filosofía oriental aplicada a la decoración exterior.
1. Madera y bambú
Como he comentado antes, los elementos naturales no pueden faltar en un jardín japonés. Mezclar varias texturas es un recurso muy utilizado para lograr diferentes ambientes en tu espacio exterior. Uno de los más identificativos es el bambú. Si lo colocas en forma de panel en las paredes o vallas, el resultado será super tradicional. Los suelos de madera también son siempre un acierto, y darán a tu terraza un aspecto muy elegante. Combínalos con un farolillo decorativo para que aporte un toque de luz simbólico, el resultado será un entorno de puro relax.
2. Piedras naturales
Siguiendo con elementos de la naturaleza, las piedras no son novedad en la decoración de exteriores. En los jardines japoneses tienen una esencial importancia para crear el oasis de paz que buscamos. Las rocas en la cultura oriental representan las montañas y las islas, así como la estabilidad y la resistencia en medio del cambio. Habrás visto que en muchos de ellos dibujan ondas creando franjas onduladas y es que estos entornos están repletos de simbolismos. Las piedras son elementos naturales que se dejan envejecer con el tiempo a través del aire, la lluvia, el sol... Un proceso lento pero bien aceptado. ¿Podemos aprender de esta comparativa, verdad?
3. Plantas de colores vivos
Hemos hablado de naturaleza, y sin plantas, conseguirla no es posible. Hay algunas especies características de un jardín japonés tradicional, pero nos será muy difícil poder mantenerlas a causa de las diferencias climáticas que tenemos con Japón. Este es un país donde llueve mucho más que en España, por lo que todas las plantas características necesitan mucha agua para poder subsistir. Aunque, nunca hay que perder la esperanza y hemos podido encontrar opciones que se adaptan a nuestro clima a la perfección. El bambú es el principal elegido para construir un buen jardín. Se dice que quita las malas energías, por lo que nos hará disfrutar de un entorno exterior aún más pausado.
La camelia también es una flor genial para tenerla en jardines con sombra. Estas tienen un color rosa precioso para animar y dar vida a cualquier espacio apagado. Así, siempre puedes añadir también tus favoritas particulares, la cuestión es que haya plantas por todos lados.
4. Paneles y pequeñas estatuas orientales
Hemos comentado la utilización del bambú como paneles para recubrir las paredes de nuestro jardín, pero también podemos utilizar otros materiales. Lo importante es que combinemos todos los elementos naturales que podamos para crear un microclima natural ideal. Añadir las comentadas piedras y estatuas de estética asiática nos ayudará a integrarnos aún más en la cultura. Si eres un apasionado del budismo, también puedes optar por colocar un buda en algún lugar del jardín y adentrarte del todo en los jardines japoneses.