Este dormitorio roba una idea de los camarotes minúsculos de los barcos y es la solución perfecta para casas pequeñas

Cuando no contamos con mucho espacio, tener trucos que saquen el mejor partido a nuestras estancias es imprescindible. Con esa premisa, la interiorista Marta Tobella fue la encargada de darle una nueva vida a un piso de 60m2 en la Costa Brava, construido en los años 70. 

Con muchos retos y complicaciones, la profesional se enfrentaba a un gran desafío: hacer que en esta pequeña vivienda, cupieran nada más y nada menos que 6 personas. Y sí, el resultado ha sido, incluso, mejor de lo esperado. Pero, ¿en qué se ha inspirado? En los camarotes de los barcos, ¡nada más acorde con la estética marinera del piso!

“Como en tantos apartamentos setenteros de playa, las habitaciones son muy pequeñas”, ¿La solución? “Tiré todo abajo e hice verdadero encaje de bolillos", cuenta Marta. ¿Quieres descubrir el dormitorio en detalle? Sigue leyendo...

Un dormitorio original

El piso cuenta con una zona exterior que rodea toda la vivienda. Así, la interiorista decidió crear tres dormitorios, todos con cama de matrimonio, aunque hay uno que guarda dos interesantes sorpresas. 

En los camarotes clásicos, las camas están colocadas en forma de litera, una distribución que Marta también escogió para una de las habitaciones. De esta forma, tiene capacidad para 4 personas, dos en las literas y otras dos en la cama doble. ¡Nos encanta recibir invitados!

“En las casas de playa siempre se apunta gente a dormir, así que decidimos quitar metros al salón para ganar dos literas en un dormitorio. De esta manera pueden dormir seis personas en total ¡sin invadir las zonas comunes!”, explica la decoradora Marta Tobella. 

Así, vemos que toda la habitación tiene en común los colores cálidos y los detalles marineros azul marino, como en los cojines y plaid a rayas y lisos. 

Tuvo que amoldar las camas extra a una viga estructural (de ahí esas estanterías que hacen de mesitas). “Es lo bueno de hacer las cosas a medida, que puedes ajustar cada detalle al centímetro”.

La hornacina cuenta con una lámpara de lectura para favorecer la luz indirecta. ¿Otro detalle que se repite en la vivienda? Los toques de fibras naturales. Estos aportan mucha calidez y naturalidad, algo que nos recuerda al verano. La madera en color claro también realiza la misma función, y podemos verla en las 'escaleras' decorativas apoyadas en la pared. ¡Nos encantan!

Otros protagonistas

El cabecero siempre es líder en la decoración de una estancia, y para esta, la decoradora decidió seguir con la estética de la casa e incluirlo en un arrimadero de madera clara.

En el cabecero a medida, puso una hornacina con el hueco “justo para el teléfono, un vaso y el interruptor”. Para darle un toque más personal, colocaron fotos hechas por el padre de la propietaria, un elemento decorativo que es capaz de crear un ambiente íntimo lleno de recuerdos.

Otro detalle que nos encanta es el aplique negro clásico que favorecerá, también, la lectura. Es regulable, por lo que podrán adaptarlo según las necesidades. No podía faltar un toque de color, y para solucionarlo decoraron el arrimadero con un bonito jarrón de cristal y unas flores con detalles morados, ¡nunca pasan de moda!