La cama es el eje central de todo dormitorio y su cabecero, la pieza que lo pone el valor y que guiará el resto de la decoración. Siempre hay tendencias especiales - y quizás más arriesgadas - que llegan con los cambios estación, como pueden ser los cabeceros estilo pagoda, y otras alternativas que prevalecen en el tiempo y son todo un comodín a la hora de decorar. Hablamos de los cabeceros de pladur, todo un clásico atemporal que encaja bien en todo tipo de ambientes y estéticas gracias a su enorme versatilidad.

Y es que los cabeceros de obra son un aliado perfecto para dormitorios donde se quiere aprovechar cada milímetro cuadrado. Puedes diseñarlos a tu gusto y no solo sirven para respaldar la cama, sino que podemos equiparlos para guardar los accesorios personales o colocar objetos decorativos. ¿Alguien da más?

Ventajas de los cabeceros de pladur

Los cabeceros de pladur son paneles de yeso laminado que se fabrican de manera artesanal. Se inicia con la estructura básica, que se elabora utilizando perfiles metálicos o de madera. Luego, se fijan las placas de yeso laminado, que se cortan a medida según el diseño deseado.

Este material se destaca por su ligereza y facilidad de manipulación, lo que permite crear formas y acabados únicos. Una vez ensamblado, el cabecero se puede personalizar a tu gusto. Sin embargo, es importante tener claro que es un elemento fijo y si queremos cambiarlo tendremos que volver a hacer obra.

¿Quieres conocer todas sus bondades?

  1. Diseño personalizado: a diferencia de los cabeceros prefabricados, los cabeceros de pladur ofrecen la posibilidad de personalización total. Desde formas geométricas hasta diseños curvos, puedes crear una pieza que se ajuste perfectamente a tu gusto.
  2. Acabado perfecto: gracias a su superficie lisa, el pladur permite conseguir un acabado uniforme que puede ser pintado o decorado de diversas maneras, asegurando que el cabecero se integre a la perfección con el resto del espacio.
  3. Aislamiento acústico: el pladur tiene propiedades que ayudan a reducir el ruido, lo que es especialmente beneficioso en apartamentos o casas con paredes y mal aisladas.
  4. Instalación sencilla: aunque se recomienda contar con un profesional para su instalación, el proceso es más rápido y limpio en comparación con cabeceros de materiales más pesados como la madera o el metal.
  5. Mantenimiento mínimo: este material es fácil de limpiar y, en caso de daños menores, se puede reparar fácilmente con masilla.
  6. Una opción económica: generalmente, el pladur es más económico que otros materiales de alta calidad, lo que lo convierte en una opción accesible para muchos.