Dormitorios donde las mantas son protagonistas: 12 opciones que dejarán a los nórdicos y a los cojines en un segundo plano

Si no quieres que la falta de luz típica del otoño de a tu dormitorio un aspecto apagado,  coloca una manta de colores alegres e intensos. ¿Qué te parece esta en tonos naranjas? Es de mohair, una fibra lujosa de origen natural que proviene del pelo de la cabra de Angora. Entre sus características destacan su suavidad, su resistencia, su gran poder aislante y su poca tendencia a las arrugas.

¡Qué gusto da meterse en la cama y abrigarse con una buena manta! Esta es de lana. Su pelo es rizado a diferencia del de mohair que es liso y fino. Se ha elegido en gris y azul, dos colores que combinan muy bien y se alzan protagonistas de este dormitorio.

En un dormitorio de montaña, tipo cabaña, apetece vestir la cama con mantas suaves, gruesas y cálidas que minimicen el frío exterior. La interiorista Carme Caubet ha elegido esta de lana en gris, beige y granate, un trío cromático muy de tendencia esta temporada. Y sobre la banqueta, una mantita peluda en blanco para los que precisan de más temperatura.

Cuando vestimos la cama con una manta con presencia y queremos que sea ella la que destaque en el dormitorio, el resto de textiles han de mantenerse en un segundo plano. Eso es lo que ha pasado en este dormitorio, la interiorista Bárbara Serra ha dado todo el protagonismo a la manta de lana en color mostaza, que dinamiza la pared empapelada en un gris intenso.

El blanco lo domina todo en este dormitorio. ¡Hasta en la manta! El Estudio Lizarriturry Tuneu eligió para la ocasión una preciosa manta de  ochos rematada con flecos. La belleza de su trabajo artesanal la convierten en la principal protagonista.

Una de las características que más nos gustan de las mantas de lana es su sabia combinación de colores. Azules, naranjas, granates o marrones se entremezclan en esta de la imagen convirtiéndola en la estrella de la temporada.

En entornos con inviernos más cálidos no es necesario el uso de mantas gruesas. Una ligera de punto es suficiente para vestir la cama con estilo. Esta de la imagen de algodón cuenta con un estampado de nido de abeja y unos remates de borlas trenzadas que la hacen especial. En color crudo resaltan más.

Hay mantas que por su ligereza y su estampado parecen colchas. En este dormitorio tan neutro, la manta en colores terrosos y alegre estampado geométrico dinamiza el espacio llenándolo de luz, naturalidad y un toque exótico. 

No sólo en la cama las mantas son protagonistas. En este dormitorio se ha vestido la butaca con un modelo de pelo que hace la sentada súper confortable. No nos extraña que todas las miradas se dirijan a ella. También puedes sentarte en el sillón y envolverte con la manta. ¡Estarás tan calentita que te acabarás el libro ipso facto!

Si eres una fanática de los tonos pastel, también podrás vestir tu cama con unas preciosas mantas en colores empolvados. En este dormitorio con dosel, el Estudio Interior Facelift ha colocado a los pies de la cama una manta en un verde aguamarina con rayas beige y rematada en flecos. ¡El resultado es súper romántico!