Cómo decorar con la vajilla de la ABUELA: sácale partido y dale protagonismo ahora que es tendencia, ¡qué vea la luz!

¿De aquella vajilla de tu abuela, que tanto trote dió sobre la mesa, sólo quedan algunos platos sueltos? Recupéralos de otra forma. Por ejemplo, decorando con ellos una pared del salón. La interiorista Fanny Iniesta les ha encontrado un lugar apropiado y, sin querer, ha elevado el nivel de la estancia.

Si quieres que todos admiren la preciosidad de vajilla que has heredado de tu abuela, nada mejor que dejarla bien a la vista. Unos estantes abiertos en el salón o en la cocina (bien alejada de la zona de fogones) serán un reclamo de primera. En la imagen, las soperas y teteras de porcelana exhiben todo su esplendor, delante de la ventana, en una versión moderna de aquellos plateros de antaño. Una excelente idea para tener la vajilla a mano, a la vez, que decoran los humildes estantes de madera.

Si sólo haces uso de la vajilla de tu abuela en ocasiones especiales, entonces lo mejor es que la coloques en un mueble. Así evitarás que coja polvo. Eso sí, con puertas acristaladas para realzar su carácter decorativo. Gabriela Conde optó por esta alacena práctica y bonita que pintó en color beige para darle cierto toque vintage.

¿Quieres ensalzar aún más el poder decorativo de la vajilla de tu abuela? Te proponemos que empapeles la pared o la trasera de la estantería con un papel vistoso. Lograrás llamar doblemente la atención de la zona. Isabel López-Quesada dispuso esta vajilla blanca sobre unos estantes de cristal que la convierten en absoluta protagonista.

La interiorista Helena de Juana propone decorar una balda de la cocina con las soperas antiguas de la vajilla de la abuela. Y en la vitrina, dejar a la vista el resto de piezas.

Si quieres presumir del juego de té chino heredado de tu abuela, dale uso todos los días después de comer. ¡Y regálate unas sobremesas de lujo! Cuando no esté operativo, dispónlo sobre una bandeja de plata o madera ¡y decora con él la mesa de centro! Verás qué estilazo le da al salón.

Hace tiempo que empezamos a reciclar y reutilizar con el fin de darle nuevas oportunidades a piezas en desuso. Recogiendo esta idea ¿qué te parece emplear la sopera de la abuela como improvisado centro de mesa? Fíjate qué bien queda esta con alhelíes, tulipanes blancos y ramas de eucalipto. Una excelente manera de decorar la mesa del comedor, ¿no te parece?

Otra opción para decorar con la vajilla de la abuela es recopilar todos los platos posibles y hacer con ellos una bonita composición en la pared de la cocina. Tal como hizo Begoña Susaeta en esta de la imagen. Puedes hacerla de una misma temática con una sola vajilla o elegir platos de diferentes vajillas con un nexo de unión: el color, el diseño, el tamaño...

Otra manera de dar prioridad a la vajilla de la abuela es la que nos propone Deulonder Arquitectura Doméstica en este office. Crear un cuarto vajillero acristalado. Iluminado, le da un aire señorial. Este módulo nos recuerda a las vitrinas de las exposiciones donde se atesoran con mimo sus piezas más emblemáticas. La diferencia es que estas se pueden ver, tocar y usar.

No hay nada que te guste más que reunir a todos en torno a tu mesa. En esas ocasiones especiales, es buen momento para sacar toda la artillería: el mantel de lino, la cristalería de Bohemia y, por supuesto, la vajilla de la abuela. ¡La mesa se viste de gala! Y cuándo no la des uso, resérvala un lugar especial. Dafne Vijande ha colocado en este comedor un vajillero de pared muy decorativo.

Alejada pero a la vista. Así sugiere la interiorista Carmina Sanz disponer la vajilla heredada. En una balda superior del office, realizada a medida. ¿Te has fijado dónde ha colocado el juego de té? En unos estantes flotantes sobre un rosetón decorativo. Perfectos para acaparar todas las miradas.