¿Te acuerdas cuando ibas a comer los domingos a casa de tus abuelos y te deleitabas la vista con la vajilla de porcelana brillante e impoluta? Si has heredado "la joya de la corona" y quieres darle un nuevo uso, te proponemos que la saques de su letargo para que recupere su prestigio de antaño. No dejes que se apolille, allí guardada en el fondo de un armario. Déjala a la vista; toda o en parte. Bien vistiendo una mesa puesta, como se merece, o decorando aparadores, estanterías, mesas o paredes exhibiendo toda su grandeza y dándoles estilo al salón, el comedor o la cocina. Aquí te damos varios ejemplos de cómo decorar con la vajilla de la abuela y salir airosa.
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