Un suelo de madera que deja entrever el paso del tiempo Mientras en otros estilos resulta indiferente, el paso del tiempo se vuelve un factor crucial cuando se trata del rústico. Y es que el encanto de un suelo laminado de madera que parece llevar varias vidas siendo testigo de los cambios generacionales es, cuanto menos, único. Más oscuro, más claro, la elección del color ya es cosa tuya. Vigas expuestas y paredes al natural Las vigas de madera expuestas son un clásico de la decoración rústica. ¿Las claves de su éxito? La naturalidad y la calidez que otorgan a los ambientes. También las paredes de piedra vista pintadas en colores que reflejan la luz, como el blanco, recrean esa agradable sensación de encontrarnos en medio del campo. La isla como núcleo de la cocina y punto de reunión Al provenir de las casas de campo, siempre tan amplias, familiares y acogedoras, las cocinas de estilo rústico apuestan por las islas centrales como núcleo de trabajo pero también como punto de reunión de amigos y familiares. Funcionalidad y estética a la par Una cocina rústica debería ser una cocina funcional, equipada con todo lo necesario para el trajín del día a día familiar, pero también para el disfrute de una slow life donde cocinar se convierte en una tarea de desconexión de los problemas mundanos. Aquí, por ejemplo, el fregadero dispone de una única pero profunda cubeta que permite aprovechar al máximo el espacio de la elegante encimera de mármol. Tonos neutros y luminosos Al combinar el blanco de las paredes con un mobiliario en tonos neutros, junto con la calidez de la madera, se potencia la luminosidad natural de la cocina. El mobiliario vintage siempre es un acierto Si tienes espacio de sobra, una alacena de aires vintage como la que ves en la imagen se encargará de poner el broche de oro a una cocina con verdadera esencia campestre. Y si no, siempre puedes llevártela al comedor. ¡Quedará ideal! Un office a la antigua Para dar forma al office los interioristas optaron por mezclar diversas piezas antiguas, concibiendo un espacio desenfadado y acogedor, mientras la lampara de araña que pende del techo envuelve con su elegancia este encantador rincón. Un comedor bañado por la luz natural El comedor, anexo a la cocina, está situado frente a la ventana, recibiendo toda la luz proveniente del jardín, y ampliando a su vez el espacio visual. Menaje de líneas orgánicas Damajuanas, jarrones hechos con botellas de cristal, flores secas, manteles y servilletas de tejidos frescos como el lino o el algodón... Todo ello forma parte del menaje indispensable para dar pie a la perfecta mesa de estilo rústico. Detalles empolvados: otro must del rústico Aparte de los tonos neutros, los empolvados también son bienvenidos en la concepción de una cocina rústica. Su dulzura, su frescor y su facilidad para combinar con cualquier gama cromática son los causantes de su triunfo.