Casas de Lectoras

Casas de lectoras: la casa de pueblo con muebles recuperados y llena de encanto de Dàlia en Barcelona

La lectora Dàlia Balmes ha convertido una antigua casa de pueblo en El Maresme en un hogar súper acogedor con muchísima historia. No te vas a creer qué era el salón...

Laia Piñol

Periodista

Actualizado a 29 de mayo de 2021, 00:00

Dàlia Balmes

La lectora Dàlia ojeaba El Mueble en casa de sus padres desde pequeña. Y sigue haciéndolo. Siempre le ha gustado la decoración y con la revista se ha inspirado muchísimo para cumplir su sueño: convertir una antigua casa de pueblo en un hogar acogedor.

Dàlia Balmes

Nos encontramos en Arenys de Munt, un pueblecito con mucho encanto, cerquita de la costa de Barcelona. En el exterior, dos patios con vistas al campo y materiales naturales. En el interior, maderas macizas y mucho mimbre. Que sensación más agradable.

Dàlia Balmes

Dàlia Balmes

Los muebles antiguos del salón hacen un guiño a las raices de la casa: ¡Tiene más de 100 años! ¿Un flechazo? Los sofás frente a la chimenea de ladrillo. Antiguamente, entraban en carros a la casa y este espacio era el establo. ¿Y qué nos dices de la lámpara de araña? Otro puntazo.

Dàlia Balmes

La construcción original es del año 1900, por lo que la casa necesitaba una reforma integral. A pesar de tener un presupuesto ajustado, Dàlia tuvo la suerte de rodearse con grandes profesionales del sector.

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La casa consta de 150 m2 repartidos en dos plantas y se ha dividido enla zona de día y la de noche. "Muchos de los amigos que nos visitan no se acaban de creer que haya quedado así, después de haber visto cómo era antes", explica la anfitriona.

Dàlia Balmes

Salimos del salón y observamos como la cocina se abre paso al comedor. Los espacios de la casa son muy amplios y hacen que realmente te sientas a gusto. Fíjate en la cortinilla del mueble del fregadero. Le da un toque muy rústico. En los armarios, un detalle con mucha personalidad: una sutil mano de pintura blanca.

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También combinan con las vigas antiguas, restauradas con el mismo color. Como la gran mesa del comedor. Sin vestir y combinada con sillas de lo más variopintas. Eso sí, todas ellas de madera. ¡Aquí hay sitio para todos! Y, ¿qué te parece la gran estantería de madera y metal para colocar los platos?

Dàlia Balmes

Nos damos cuenta de que sus paredes súper gruesas. Nuestra anfitriona nos cuenta que se han mejorado con la reforma. Aíslan la casa y ayudan a que el confort sea máximo todo el año. En verano se está fresquito y en invierno te resguardas de frío. Todo ello con el encanto de los materiales de una casa de payés.

Dàlia Balmes

Llegamos al dormitorio principal. No podemos evitar contemplar el cabecero. Es una pared a media altura que oculta un espacio trasero, perfecto para utilizar como vestidor. ¡Qué gran idea!

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En esta casa se respira una esencia única que, como bien dice Dàlia, "solo las cosas con historia pueden transmitir".

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