Mesas de centro personalizadas: customízalas ¡como quieras!

¿Cuántas veces has visto en tus desplazamientos por carretera o en alguna obra por tu barrio bobinas de cable abandonadas? Recupéralas y recíclalas para tu casa en maravillosas mesas de centro. Limpia primero la madera con un fungicida, cepíllalas y líjalas. Déjalas tal cual o personalízalas, bien dándoles una mano de barniz, lacándolas con chalk paint o, si lo prefieres, añádeles ruedas en su base o azulejos hidraúlicos, mosaicos o un cristal sobre su superficie para un acabado más profesional. Aquí se han colocado en la terraza como mesas de centro, pero te pueden valer, si son pequeñas, como mesillas en el dormitorio o mesitas auxiliares en el salón. ¡Las posibilidades, como ves, son amplias!

Tener un mueble antiguo es tener un tesoro porque puedes customizarlo a tu gusto, según el estilo que quieras darle a tu casa. Esta fabulosa mesa de madera de teca, adquirida en una almoneda, mantiene intactos sus arañazos y sus manchas. Se ha pintado en un azul turquesa y se ha decapado para darle ese toque envejecido que tanto te gusta. Su ubicación en la zona de tertulia del porche y su diseño redondo dan dinamismo a un salón súper acogedor, con la chimenea al fondo.

Con un cajón suelto de alguna cómoda antigua irrecuperable puedes personalizar una mesita de centro y dejarla súper chula, como esta de la imagen. Quítale el frente y la trasera para utilizarla como revistero gracias a su hueco interior, y conviértela en móvil. Antes de instalar las ruedas, decide primero a qué altura quieres que quede la mesa para que su uso sea lo más cómodo posible. Una vez lo tengas, elige las ruedas más o menos grandes.

¿Tienes una bandeja de madera o mimbre de esas para colocar la ropa planchada que ya no utilizas? Dale una segunda oportunidad y conviértela en una mesa de centro con encanto vintage. ¿Cómo? Puedes decaparla, si es de madera, y pintarla en un tono gris, como la de la imagen. Colócala sobre unas patas de tijera metálicas. Delante del sofá podrás usarla como superficie útil y cuando no la necesites, ¡desmóntala! Las patas plegadas puedes dejarlas en un rincón apoyadas en la pared y la bandeja llevarla a la mesa de comedor a modo de centro. ¡Así de fácil!

¡Ayyyyy esos palés de las obras, cuánta vida dan! Si notas que tu espíritu eco va en aumento según pasan los años, hazte con uno o dos palés de madera y transfórmalos en estupendas mesas de centro para tu salón. Además de originales ¡son low cost, sostenibles y súper versátiles! Con ellos también puedes hacer cabeceros de cama, asientos, sofás o jardines verticales —como los de la imagen—. ¡Todo es proponérselo!

Una bandeja decorativa, un tamiz de harina o un molde de tarta redondos son excelentes candidatos para convertirse en tu próxima mesa de centro. De metal, madera o fibra, puedes colocarlas sobre unas patas de tijera o de madera trabajada, como las de la imagen y ¡ya tienes la mesa al completo!

¿Tienes una mesa de centro que no te convence o no te encaja con el estilo de tu salón? Siempre puedes customizarla. ¿La forma más sencilla? Tapízala con la misma tela del sofá y ¡problema solucionado! Mira lo elegante que ha quedado esta de la imagen. Además del tejido y color, comparte acolchado capitoné con el sofá. Así, la integración es total.

Si además de pufs de fibra, más informales y de inspiración étnica, tienes otros modelos tapizados, renuévalos con otros tejidos, según el estilo que quieras darle a tu salón. Por ejemplo, emplea terciopelo para lograr un toque glamuroso; punto o pelo, si buscas un estilo más scandi, y algodón con borlas y pompones, para ambientes bohemios. Aprovéchalos como punto de apoyo, asiento extra y como reposapiés, dependiendo del momento. Este de la imagen se ha tapizado en un color azul oscuro que contrasta con el sofá neutro. ¿Quieres saber cuánto te puede costar tapizar un mueble?