Antes y después: de casa de monjas anticuada a casa moderna con cocina abierta (con planos)

Esta casa en Toronto (Canadá) fue construida en los años 70 y, durante décadas, fue el hogar de un convento formado por seis monjas. Los espacios estaban compartimentados y las maderas oscuras eran un impedimento para que la luz viajara por las estancias. 

La obra corrió a cargo del estudio de interiorismo Sansa Interiors, que transformó una casa tradicional en un hogar en el que prima el concepto abierto y con un estilo actualizado. Abriendo el interior se consiguió aprovechar al máximo todo el espacio disponible.  

En el diseño original, cada espacio contaba con su propia estancia, dando como resultado un espacio oscuro y algo lúgubre. 

En la planta inferior, toda la vida gira en torno a la isla de la cocina, de madera y con la encimera blanca, que regala mucho almacenaje. De hecho, se diseñó como se diseñan ahora las cocinas abiertas, de manera que se 'confunden' con el salón y muestran acabados nobles y de alta gama. 

Antes el comedor estaba donde se encuentra ahora el cómodo acceso al jardín, pero con su nueva ubicación se crea una continuidad con la cocina muy atractiva. El acabado de la mesa y las sillas es el mismo que el de la isla, haciendo que ambos espacios tengan unidad.   

Sansa Interiors trabajó sobre la premisa de crear un hogar para una familia. De esa manera, en el acceso al jardín, colocó un gran banco que sirve como zapatero en el que adultos y niños pueden dejar su calzado y abrigos después de jugar en el exterior. 

Esta cocina, aunque comunicada con el office, del que bebía de la luz que entraba por la ventana, no dejaba de ser oscura y pasada de moda. 

La cocina está completamente personalizada. Desde Santa Interiors quisieron incluir mucho espacio de almacenaje, con muebles panelados y los electrodomésticos integrados, ocultando tanto el frigorífico como el lavavajillas, creando líneas continuas. 

La chimenea de ladrillo se había quedado pasada de moda y, aunque sobre ella descansaba un gran espejo que ampliaba el espacio, las paredes amarillas y la pobre decoración pedían un cambio. 

Para dar un aspecto moderno al salón, se forró la chimenea con listones de madera, de manera que actúa como una pieza escultórica y al mismo tiempo alberga la televisión. Las estanterías en hornacina pasan desapercibidas, pero cumplen su función, tanto estética como de almacenaje. 

Además de muchos tabiques, la carpintería oscura de toda la casa le restaba luz y amplitud. 

Todo en esta casa respira ahora modernidad, desde la chimenea alistonada, como hemos comentado previamente, hasta el sencillo banco que aprovecha la zona del gran ventanal, creando asientos extra para cuando es necesario. 

La escalera, ubicada en un estrecho pasillo, era oscura y algo desfasada. Las paredes amarillas tampoco ayudaban. 

La escalera se renovó por completo con un diseño actual y liviano. De esta zona destaca la vidriera junto a ella, que crea un divertido juego de luces y colores en los días más soleados y que se ha mantenido tras la reforma. También se abrió el acceso al sótano, potenciando la sensación de ligereza de la escalera. 

El baño estaba totalmente desfasado. Desde la ducha en cuarto de círculo con la mampara de PVC a la bañera (que tanto recuerda a las películas de los años 80). 

El baño se diseñó con un concepto moderno y luminoso. Con un moderno alicatado en panal de abeja alargado, un mueble de madera clara, que da calidez y detalles en negro tanto en los espejos como en las griferías, que confieren ese punto moderno. 

Sansa Interiors optó por sustituir la enorme bañera y la pequeña ducha por una ducha grande con alma de spa. Con los revestimientos y el plato en blanco, cuenta también con un rociador en color negro, como la mampara, con una fina perfilería, muy actual. 

El baño era pequeño y poco fluido. Todo estaba totalmente anticuado, desde los sanitarios de color verde hasta los azulejos a media altura con florecillas. 

Este baño se diseñó para los más pequeños de la casa, por eso debía de ser práctico, cálido y funcional. El mueble bajolavabo con poco fondo aprovecha el espacio junto a la puerta y, sobre el inodoro, se han colocado varios estantes flotantes que ofrecen más almacenaje. 

Para los niños pequeños siempre es más cómodo una bañera que una ducha. Con esa premisa, Sansa Interiors cambió la distribución del baño, pero mantuvo este elemento, al que también le dio un toque moderno gracias a los elementos en negro. 

La casa contaba con seis dormitorios, para las seis monjas que habitaban en el convento. Pero eran oscuros y pequeños. 

Para conseguir dormitorios más grandes, Sansa Interiors reconfiguró por completo la distribución de esta casa, creando 3 dormitorios en lugar de los 6 que había originalmente.

Los dormitorios consiguieton un aspecto más actual combinando papel pintado y pintura y con elementos cálidos, como la lámpara de fibras.  

En el plano de la planta inferior, vemos cómo los espacios se han reordenado, con concepto abierto que deja que la luz viaje de un lado a otro de la casa sin impedimentos. 

Como se ve en el plano, las seis habitaciones se han reconfigurado en tres, más espaciosas y luminosas y se han conservado los dos baños, uno individual y otro en suite para la habitación principal.