A pesar de que los pisos de obra nueva parecen no necesitar ningún cambio al contar con un perfecto estado, en realidad no siempre cumplen con nuestros requisitos. Unos clientes del estudio de interiorismo, Punto y Seguido, contactaron con Pilar Cinca, la decoradora que llevó a cabo este proyecto, para hacer algunas mejoras a su piso y convertirlo en un verdadero hogar. Y es que, según nos cuenta la interiorista, los propietarios sentían que su nueva vivienda era algo fría, entre otras cosas, porque los materiales de la obra no les parecía convencer. Eso sí, les encantaba que la casa tuviera cuatro dormitorios y cocina independiente, por lo que era el único requisito que planteaban. Por lo demás, estaban abiertos a cualquier cambio para que su hogar pudiera dotarse de calidez.
Así, se mejoró la distribución de la vivienda ganando amplitud y luminosidad con tabiques de hierro y cristal en baño y cocina. Se cambió el suelo y se instaló un suelo radiante. También se sustituyeron las puertas. Se hizo una reforma integral de baños y una mejora en la cocina, ganando en almacenaje, amueblamiento y decoración. En definitiva, se pasó de una vivienda fría y vacía a un hogar cálido, con un diseño especial y funcional en los que predomina la madera, el hierro, las fibras naturales y los linos. Un estilo nórdico para una casa atemporal en la que se inspira armonía y paz. ¿Quieres ver el antes y después? ¡Vamos!