"En un dormitorio la pared del cabecero es el punto dónde debemos concentrar nuestra fuerza decorativa, porque la vista siempre se va allí", opina la decoradora Natalia Zubizarreta, que añade que le encanta es empapelar la pared del cabecero porque así "adquiere otra importancia".

Otra opción que a Natalia le gusta mucho es combinar el papel pintado con un arrimadero solo en la pared del cabecero, que puede convertirse incluso en el cabecero. "Solo así ya tienes dos efectos y si completas la composición con una o dos lámparas colgantes o apliques, ya lo tienes".

Jugar con el color en la pared del cabecero es otra buena opción. "Personalmente es de las pocas paredes en las que me atrevería a meterle un color. Poco saturado, pero un color. Las tonalidades frías, de las gamas de los azules y los verdes, son las que transmiten más serenidad para el descanso", sostiene Natalia.

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Y lo que nunca falla son los cabeceros de obra o de Pladur, ya sea tipo murete con una repisa o con unos huecos tipo hornacina que sirvan de mesilla o de balda extra. "Esta opción te viste, te sirve de apoyo para cuadros o un espejo, te ofrece almacenaje y no cansa nunca", resume Natalia.

Si tras todas estas razones a favor del cabecero, te animas a adoptar uno para tu dormitorio, inspírate en esta selección de 50.