Marta y su hija Inés entraron y vieron la terraza de este piso. El gatito Miu, fiel compañero, iba con ellas. Y un rayo de sol les llenó el corazón: "Con esas vistas que llegan hasta el mar, la sensación de estar en un espacio abierto, ¡tanta luz!", se sintieron inmediatamente a gusto, nos cuenta Marta.

En realidad, "es un piso pequeñito, para dos personas ¡y un gatito!, pero la terraza lo hace crecer", nos explica. Y, precisamente, salvo la terraza, tiraron la casa abajo. "¡Sólo quedó una pared!", se ríe ahora Marta, que tenía muy claras las ideas. "Quería una casa cómoda y fácil de llevar. No es un piso grande, así que deseaba que fuera acogedor y relajado. Siempre me han gustado los colores suaves y disfrutar con mucha luz... ¡Aquí lo encontré!".

Y como la decoración le gusta mucho, sabía algunos truquitos: “Puse un suelo clarito, que ayuda a que la casa se vea más grande. Aproveché varios rincones con estanterías de obra. Y opté por muebles rústicos, de tonos suaves, ¡no soy nada de colores estridentes! También creo que para acertar en estilo hay que atreverse a mezclar un poco todo. Yo tengo cosas de Ikea, otras de Maisons du Monde, piezas caras y otras muy económicas”.

Donde antes había una habitación, Marta prefirió tirar tabiques, dejar abierto y comunicar el salón con lo que ahora es un encantador comedor. “¡Adoro las mesa bien puestas! Aunque en realidad sobre todo mi hija y sus amigas son quienes más lo usan”.

¿Y la cocina? “Es moderna y mínima, pequeñita, porque no me gusta cocinar, ja ja ja”, dice Marta. “Deseaba que se viera 'limpia', así que la puse blanca, combinada con el gris, que me encanta, con buenos armarios y mucha luz. Y en las paredes, microcemento, porque detesto los azulejos, ja ja ja. La puerta corredera aprovecha espacios”.

El dormitorio es el sitio donde Marta se relaja. “Puse en la entrada tres armarios grandes, es casi un vestidor, porque no llegas a entrar al cuarto, queda más discreto. Los colores los puse suaves, como el resto de la casa, me gusta todo engamado, ¡soy muy maniática! Ja ja ja. Antes había una terraza y la incorporé, así me quedó un dormitorio más grande, con mi propio escritorio”.

El gatito Miu se tumba en la cama y disfruta del solete. ¡Qué paz!

Las claves de la terraza

  • El sofá
    Marta puso un sofá de obra en U que crea una zona de chill out. “¡Es genial para hacer cenitas!”.
  • Los cojines
    Para volver el rincón más agradable, el truco son los cojines. Si los pones con textiles playeros, queda muy relajado.
  • Las plantas
    Son la clave para crearte una terraza apetecible. Pon muchas, ¡de varios tamaños y tipos!