¡Socorro! ¡Hijos adolescentes! Esta familia prefirió reformar su piso y darle un toque nórdico y afrancesado

“Para alcanzar ese toque nórdico que queríamos, aunque sin llevarlo a un extremo, puesto que se trata de un piso y no de una cabaña, pintamos con tonos grises y blancos toda la casa. Y por eso debía ser atemporal, aunque actualizada”, nos explica la interiorista Laura Masiques, de estudio Mardalba Interiors, autores de la reforma integral. Así que se arremangaron para rejuvenecer la casa... y de paso sentir a ellos también les esperaba una segunda juventud. 

“En el salón, las paredes son de un gris piedra muy suave, que reforzamos con textiles un poco más oscuros, en el tapizado del sofá y cojines. Para contrarrestar la posible frialdad, pusimos madera. En las mesas, el espejo, o en la estantería. Así también aportamos el punto clásico, frente a la modernidad del estilo nórdico, y queda atemporal”. 

"Era el típico piso de Barcelona, con mucho pasillo. Apostamos por tirar parte de este pasillo y hacer un gran recibidor", dice la interiorista. En el pasillo se planificaron varios armarios, que aprovecharon el espacio y regalaron mucho espacio de almacenaje. 

"Separamos el espacio de día y el espacio de noche con una gran puerta corredera, hecha por cierto con parqué, y dejamos espacios más amplios", comenta Laura. ¿La inspiración? Un poco nórdica, pero “sin pasarse”, debía ser algo para muuuchos años.

“Apostamos por muebles de obra con dos ideas: que tuvieran el gris que queríamos y que aprovecharan espacios. Combinados con piezas buenas, son prácticos y quedan bien”.

Gracias a las dimensiones del salón, se pudo crear una especie de pasillo tras la trasera del sofá, donde se colocó este escritorio recuperado, al que se dio el mismo tono grisáceo que al resto de la casa. 

El comedor se ubicó junto a la pared que alberga la puerta corredera hecha con parqué, lo que ayuda a subir la temperatura y conferir un aire más moderno y nórdico al conjunto, con clara tendencia clásica.

La zona del comedor se decoró con una mesa redonda recuperada, dando calidez al ambiente. Coronándola, una lámpara clásica con un estilo actualizado sigue la esencia atemporal del resto de la casa.

“Buscábamos un aire afrancesado atemporal. El papel nos da ese calor francés con el que nos atrevimos en el office: junto con la mesa gana un toque rústico”, matiza.

El cabezal de capitoné con tachuelas suaviza el efecto del colos gris de las paredes y, junto con las maderas y los textiles, les da el aire fresco y relajante que necesita un dormitorio. 

En el dormitorio, el gris de la pared se torna más oscuro. "En el dormitorio es más oscuro, al contrario que en el resto, con contraste de telas claras”, nos cuenta Laura Masiques.

Cada detalle está cuidado en esta reforma. Y, en el dormitorio, los armarios se lacaron del mismo color que el resto las paredes, aunque en una tonalidad más suave. 

"El cuarto de la niña lo hicimos pensando en que no se cansara rápido", dice Laura. Y esto se consigue también gracias al papel pintado de estilo afrancesado. 

La niña quería rosita, pero también quería algo que no fuera muy infantil. Alrededor pusieron un murete que hace de mesita de noche para poner sus cositas.

El baño se revistió por completo con microcemento, un material moderno y moldeable, que también se empleó para revestir el mueble de baño, de obra. En cambio, el suelo es de madera, una solución para sumar calidez. El mismo recurso se ha empleado en el espejo con mueble.

Es la interiorista y autora de la reforma de este piso. ¡Y parece que la casa respira por sí sola! Y era la idea. Porque los hijos se irán, pero ellos se quedarán. Y la casa, a fin de cuentas, será para ellos. De nuevo, solitos, ¡y sin miedo!