Una casa elegante y romántica con la COCINA VERDE más bonita del mundo

Un bosque de Gerona repleto de almendros, cipreses y nogales, donde se esconde esta fantástica casa ampurdanesa, es el sitio de esta cita tan especial. La casa tiene cierto sabor rústico y derrocha elegancia con algunos toques de estilo moderno. ¡La mezcla promete!

“Lo primero que habre´is visto es que en esta casa no existen límites entre el exterior y el interior. El jardín se cuela por todas las ventanas. ¡Hay un auténtico baño de luz!”, nos cuentan mientras echamos un vistazo hacia el porche.

Esta parte había quedado olvidada y ahora disfruta de un agradable saloncito y comedor al aire libre, con muebles de madera y guirnaldas de luces que ponen la nota mágica por la noche.

“En el salón comedor todo está dispuesto para disfrutar del entorno. La zona de estar se articula alrededor de una chimenea de mármol blanco y, al igual que el resto de estancias, se ha vestido utilizando tonos neutros que ceden el protagonismo al colorido del jardín”, comentan Lluís y Patrícia.

El blanco tiñe las paredes, los techos, el sofá (quizás la pieza más moderna), la alfombra... Y convive con cojines en tonos verdes y maderas nobles en el suelo y el mobiliario.

El comedor se suma a la línea de toda la casa en conservar los grandes ventanales. Es una gran idea la elección de las tonalidades suaves, tanto de los textiles como de las sillas, ya que se complementan a la perfección. 

“Para que nada entorpeza las vistas prescindimos de armarios altos e instalamos un extractor de encimera”, aseguran los arquitectos. Al fondo, el office añade encanto con una mesa de estilo provenzal.

Este ‘efecto verde’ es muy evidente en la cocina que, de hecho, antes no estaba ahí. Es un anexo que añadieron y equiparon con un mobiliario verde con cuarterones que transmite mucha frescura. Aunque lo más importante aquí fue replicar las cristaleras de toda la casa con un gran cerramiento en la zona de cocción.

¿Otro sueño? Son los dormitorios, amplios y luminosos con esas paredes convertidas en grandes ventanas. Los techos envigados en impoluto blanco cautivan y enmarcan las camas.

Y lo que es mejor, son suites para el relax: una con el baño oculto detrás del cabecero y esta otra con el baño abierto para darle un toque moderno. Desde esa preciosa bañera exenta y en la ducha acristalada las vistas siempre se disfrutan. ¿Es o no es una casa rebosante de belleza?

Ambos dormitorios cuentan con un banco y una mesita de noche de materiales muy naturales, como la madera. La ropa de cama está escogida al detalle, con detalles rosas que contrarrestan con las paredes lisas. 

Llamamos al timbre y nos abren la puerta Lluís Andreu y Patrícia González, arquitectos del estudio Sotelo Margalef, encargado de la reforma.