Es probable que no haya rincón en Ibiza que los propietarios de esta casa desconozcan. Y es que fueron necesarios varios años de incesante búsqueda, recorriendo la isla de norte a sur y de este a oeste, hasta dar con esta antigua finca de payés. Lo tenía todo: estaba en un paraje agreste, rodeada de pinos y sabinas, prácticamente aislada y con unas vistas espectaculares al mar.

Pero la casa... "¡Estaba hecha polvo! La tenían muy descuidada. Pero a pesar de todo, los nuevos propietarios supieron verle su gran potencial", explica la interiorista Mireia Pla, responsable de la reforma y del proyecto de interiorismo.

Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter.