No es la típica casa tradicional andaluza: este cortijo esconde ideas estilosas y modernas

Este cortijo en Marbella era todo con lo que soñaba un matrimonio del norte de Europa. Una casa de estilo andaluz, con su patio rodeado de palmeras y buganvillas, piscina y un jardín en el que disfrutar del sol del sur. Pero les ofrecía algo más. Una mezcla de estilos que a ellos, como familia trotamundos, les fascinó.

“En la casa ha quedado la impronta de todos los que han vivido en ella con el tiempo. Es similar a un cortijo de lujo, con sus tejados de teja, su patio con fuente, sus arcos, columnas y porches, y todos esos guiños extranjeros tan particulares”, asegura Dafne Vijande, la estilista de El Mueble que se encargó de dar los toques finales a la casa.

“Fijaos en el exterior. Tanto la pérgola del comedor como la del salón al aire libre no tienen techumbre sobre las vigas, algo que nos recuerda a las casas italianas y de la Costa Azul”, continúa la estilista y decoradora.

¿Lo mejor? Que apenas hay puertas de paso. Todas las estancias están conectadas y la luz natural lo baña todo. Así, con la vista puesta en las balconeras arqueadas, los muebles antiguos y los detalles dorados se suma elegancia. 

La interiorista, igual que los propietarios, quedó prendada de los techos del interior. “Esos ornamentos tan elegantes dan muchísima personalidad. Además, todos lucen lámparas muy especiales, como la del salón, un chandelier antiguo que lleva toda la vida con la familia”, señala.

Pintados de blanco, los techos contrastan con las paredes beige y así todo respira luz y calidez, a la que se suman los muebles de madera clara, los sofás de terciopelo y las alfombras que caldean el suelo de mármol.

Llegamos a uno de los espacios más particulares de toda la casa, sino el que más. Una espectacular biblioteca revestida totalmente de madera de roble (¡techo incluido!) que presume de un irresistible aire de montan~a.

El comedor tiene un toque muy afrancesado: las molduras, las vitrinas señoriales que flanquean la puerta de salida y las sillas clásicas, claveteadas y con capitoné, nos dan la razón. ¿Y esas lámparas de techo? Son italianas y sus colores tan vivos rompen totalmente con el resto del ambiente.

“La cocina también es bastante particular: más moderna en cuanto al mobiliario, pero rústica en su estructura”, nos explica Dafne, refiriéndose a la gran cúpula del techo, que zonifica la isla central. “Es una cocina muy agradable, grande y luminosa, con muchísimo espacio para guardar y detalles que marcan la diferencia, como la vinoteca".

 "Me encanta la combinación de muebles grises y blancos, es muy delicada y el contraste con el salpicadero de efecto hidráulico los hace destacar”, sigue la estilista mientras deja lista la mesa de madera del office. “Aquí hay otra lámpara que añade estilo. Esta vez con flecos y ribetes negros. ¡Es actual y no tiene nada que ver con las demás!”

Al principio hablábamos del carácter lujoso de este cortijo. ¿Y qué hay más preciado que una habitación que dé al jardín? En el dormitorio principal de esta casa se bajan las revoluciones. Tiene acceso directo a la piscina y se le ha dado un ambiente mucho más relajado.

Los textiles abrazan cada rincón con pinceladas verdes a tono con la vegetación, las lámparas de sobremesa son discretas, los techos, lisos, y los muebles simples, naturales, sin grandes ornamentos. Un gran cabecero tapizado, un diván de flores antiguo y unas cortinas con un sutil estampado le dan cierto aire clásico. El cuadro abstracto, el toque actual. ¿Quizás sea la casa más estilosa de Andalucía?