El tofu es ese gran desconocido del que todo el mundo ha oído hablar pero que, salvo que cuides mucho tu alimentación o lleves una dieta vegana, es probable que no hayas probado y mucho menos cocinado. Si quieres quitarte esa sensación cada vez que lo ves entre los refrigerados del supermercado, te animamos a que leas este artículo y conozcas todas las bondades de este ingrediente, muy utilizado en las cocinas china y tailandesa.

Además de echarte un cable cuando no sepas qué hacer de comer, a su favor juega que es el protagonista de muchas recetas fáciles y rápidas. De hecho, te sorprenderá su variedad.

¿Qué es el tofu?

El tofu es una comida muy utilizada en la cocina oriental que está elaborada con soja, en concreto con sus semillas, agua y solidificante. Destaca por el valor nutritivo que contiene la proteína de soja, y también por su capacidad para reducir el colesterol en sangre. ​

¿A qué sabe el tofu?

Si no has probado el tofu puede que su sabor te produzca cierta curiosidad. Tiene una textura suave y en cierto modo puede recordar al queso o a la cuajada, aunque no tiene un sabor muy característico sino más bien neutro. Una de sus cualidades es la de absorber fácilmente el sabor de los alimentos a los que acompaña, con lo que queda perfectamente integrado en cualquier elaboración.

Beneficios del tofu: fuente de proteínas vegetales

Además de ser una gran fuente de proteína, el tofu destaca por ser contener aminoácidos esenciales, calcio, hierro, fósforo, selenio, manganeso, así como isoflavonoides, fitoestrógenos con estructura similar al estrógeno. 

  • Menopausia. Consumir isoflavonas contribuye a prevenir y aliviar los síntomas de esta etapa, como son los sofocos, los calambres, y la osteoporosis.
  • Colesterol. Es rico en fibra y ácidos grasos insaturados. Previene cardiopatías como la enfermedad coronaria y la aterosclerosis, y ayuda en el control del colesterol.
  • Diabetes. Su alto contenido en fibra ayuda a mantener los niveles de glucosa en los diabéticos.

Cómo se come el tofu: dale sabor

Según su elaboración y su contenido en agua, podemos distinguir tofus con distintos grados de firmeza. El tofu natural es de sabor neutro, por eso algunos fabricantes añaden hierbas o especias que dan más sabor sin alterar apenas sus propiedades. El tofu natural sedoso es perfecto para elaboraciones de salsas o helados. En cualquier caso, lo normal es darle cierta gracia al cocinarlo, por ejemplo marcándolo a la plancha o marinándolo.

  • Marinado. Existen muchas combinaciones de marinada como salsa de soja, agua, ralladura de limón, jengibre, guindilla y curry.
  • Ahumado. Presenta los bordes de color pardo y es más seco y firme que el natural. Se puede consumir crudo.
  • Crujiente. Seca el tofu bien y córtalo en dados. Mézclalo con dos cucharadas de tamari y un diente de ajo. Espolvorea maicena por encima y fríe hasta que esté dorado.

Cómo conservar el tofu siempre fresco

El tofu es un producto perecedero que debe consumirse fresco. Consérvalo en su envase original hasta el momento de consumirlo. Una vez abierto, se conserva solo unos días en la nevera sumergido en agua mineral dentro de un recipiente hermético. Se recomienda renovar el agua diariamente.

Recetas con tofu

Ahora que ya conoces a qué sabe el tofu, cómo se come y cómo conservarlo, te mostramos varias recetas tan ricas como divertidas de elaborar. Encontrarás lasañas, salteados, ramen, fajitas y ¡hasta un postre!

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