Si estás pensando en los menús de esta semana y todavía no sabes qué hacer de comer, estás de suerte porque el otoño es una de las temporadas más sabrosas, gastronómicamente hablando. Es época de probar recetas con castañas, recetas con berenjenas, recetas con espinacas y, por supuesto, recetas con calabaza.

Todas ellas recetas fáciles y rápidas para aprovechar sus múltiples propiedades y aprender a cocinarlos cuidando al máximo el producto. Entre todos estos alimentos, seguramente hayas echado de menos a nuestras protagonistas de hoy: las setas. Descubre un montón de recetas fáciles e ¡irresistibles!

Propiedades de las setas: muy saludables

Según la Fundación Española de la Nutrición, hay cientos de especies de setas conocidas en el mundo; sin embargo, la gran mayoría son duras, leñosas o amargas y no tienen interés como alimento

Por sus propiedades nutricionales las setas comestibles son un alimento apto para la mayoría de personas. Las setas contienen mucha agua, pero su contenido en proteínas, lípidos e hidratos de carbono es bajo.

  • Vitaminas. Son fuente de vitamina A, C, D y vitaminas del grupo B (concretamente B1, B2, B3).
  • Minerales. Respecto a los minerales, el potasio, el fósforo y el selenio son los mayoritarios, pero también contienen hierro, yodo, magnesio y calcio.
  • Fibra. Su alto contenido de fibra puede hacer que sean un alimento de difícil digestión: es mejor consumirlas en pequeñas cantidades y a la hora de la comida.

¿Cuáles son las setas comestibles más comunes?

Una de las setas actualmente más comercializadas es el pleuroto (Pleurotus ostreatus) que tiene cierto parecido a una ostra. Hay cierta confusión con su nombre vulgar, ya que a veces se le llama seta de cardo, cuando este nombre en realidad corresponde a la especie Pleurotus eryngii. Otras de las setas más comunes en nuestra gastronomía son boletus (Boletus edulis), rebozuelo (Cantharellus cibarius), oronja (Amanita caesarea) o colmenilla (Morchella esculenta).

Cómo cocinar setas: cuidado con las intoxicaciones

Si no eres experto en el tema, lo mejor es que compres las setas en el supermercado o tiendas especializadas, donde las puedes encontrar tanto frescas como en conserva, o incluso deshidratadas o congeladas.

Ya sea como ingrediente principal de un plato o como guarnición, las opciones para cocinar setas son muy variadas. Algunas pueden resultar tóxicas si se toman crudas, así lo que más aconsejable es cocinarlas siempre o asesorarte convenientemente.

  • Recetas con setas y huevo. Muy socorridas y fáciles de preparar. Están deliciosas en revueltos, tortillas y quiches acompañadas de ajetes.
  • Recetas con setas y pasta. La versatilidad de la pasta hace que puedas elaborar un montón de platos distintos con los mismos ingredientes: canelones, lasaña y espirales estarán riquísimos con ese toque silvestre.
  • Recetas con setas y arroz. La época de setas nos trae riquísimos platos con arroz, entre los que destaca el risotto de setas. Tienes la receta al final del artículo.
  • Recetas de setas salteadas. Con espárragos verdes, gambas o las famosas setas al ajillo. Una manera muy rápida de prepararlas en las que tendrás que tener cuidado de no pasarte con el aceite.
  • Recetas con salsa de setas. Con pasta, albóndigas o cualquier tipo de carne, esta salsa le da un plus a cualquier receta. Quedará más fina y suave si la trituras. 

Cómo limpiar las setas 

Para limpiar las setas lo primero que tienes que hacer es eliminar su base terrosa. Límpialas con un pincel o con un paño de cocina húmedo. Si tuvieran mucha tierra, lávalas rápidamente bajo el chorro del grifo, pero sin dejarlas en remojo para que no pierdan su aroma. Luego procede a prepararlas según requiera la receta: enteras, en trozos o en láminas finas.

Cómo conservar las setas: muchas posibilidades

Recoger setas es una costumbre muy arraigada en muchos lugares de nuestra geografía. Sin embargo, en ningún caso puede hacerse sin conocimientos en micología, ya que son bastante comunes las intoxicaciones ocasionadas por el consumo de setas no comestibles. 

Compra las setas que se comercialicen en mercados regulados, fijándote siempre que estén bien identificadas y envasadas. Si están arrugadas, pegajosas o manchadas, descártalas.

  • Nevera. Si no las vas a consumir enseguida, mételas en un recipiente de cartón sin lavarlas con las láminas hacia abajo y tápalas con un trapo húmedo. Si están envasadas no las saques de su embalaje. Se conservan algunos días, pero lo ideal es que las cocines pronto.
  • Congelador. Limpia y corta las setas. Puedes congelarlas crudas o escaldadas. En cualquier caso, tienen que estar bien secas antes de envasarlas herméticamente para congelarlas.
  • Deshidratadas. Si vas a tardar en consumirlas puedes deshidratarlas en el horno, aunque requiere de cierta paciencia y tiempo. Es importante que antes de comenzar el proceso las limpies sin agua.
  • En conserva. Un proceso más laborioso pero muy efectivo. Lamina, fríe a baja temperatura con aceite de oliva e introduce en botes con el aceite usado para freír. Cierra los botes y hierve al baño María unos 20 minutos. 

Recetas con setas

¿Quieres saber la cantidad de recetas con setas que puedes elaborar fácilmente? Apunta bien: desde increíbles tartaletas para ocasiones especiales, guisos para el frío invierno, elegantes cremas, potentes guarniciones, pasta rellena y riquísimos arroces. ¡No te las pierdas!

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