¿Te has propuesto comer saludable, pero sufres cada día pensando qué hacer de comer? Déjate sorprender por un ingrediente saludable, versátil y muy rico. Te descubrimos las propiedades de los guisantes, cómo cocinarlos para aprovecharlos al máximo, cómo conservarlos y un montón de recetas fáciles y rápidas que te apetecerá probar en cuanto las veas. ¡Ya no tendrás excusa para apuntarte al verde!
Propiedades de los guisantes: fuente de proteínas y minerales
A medio camino entre las verduras y las legumbres, los guisantes son un alimento muy saludable gracias a que contienen muchas vitaminas, enzimas y antioxidantes. En realidad, según la Fundación Española de la Nutrición, los guisantes pertenecen a la familia de las leguminosas. Los guisantes secos son las semillas maduras de la planta homónima, y se encuentran encerradas dentro de una cubierta o vaina en la que suele haber entre 7 y 9 semillas.
- Proteínas. Una ración media de guisantes tiene casi tanta proteína como un huevo entero (aunque de menor calidad), nada de colesterol y menos de un gramo de grasa.
- Vitaminas. Destaca su contenido en tiamina, niacina, folatos, y fundamentalmente en vitamina B y C, pero puede reducirse durante la cocción.
- Minerales. Contiene fósforo, hierro, potasio, magnesio y calcio, que es esencial para los dientes, los huesos y para prevenir la osteoporosis.
- Fibra. Al ser ricos en fibra contribuyen a regular el tránsito intestinal, alivian el estreñimiento, proporcionan sensación de saciedad y reducen los niveles de colesterol en sangre.
Cómo cocinar guisantes: mil y una posibilidades
La mejor época para consumir guisantes frescos es a principios de mayo, pero dependerá de la variedad de la que se trate. También los encontrarás congelados y en conserva durante todo el año. Añádeles proteínas en forma de beicon, jamón serrano y/o huevo cocido. También le va muy bien la salsa de tomate.
- Cocidos. Puedes arruinarlos si te pasas con el tiempo de cocción. Algunas variedades necesitan un minuto mientras otras requieren hasta cinco. Lo ideal es que lo vayas controlando. Si son congelados, sigue las instrucciones del envase.
- Salteados. Cocínalos en una sartén con un chorrito de aceite, agrega ajos tiernos taquitos de jamón.
- Microondas. Coloca los guisantes congelados en un recipiente adecuado. Añade dos cucharas de agua. Caliéntalos a la máxima potencia durante 2 minutos. Abre el micro, remueve y añade dos minutos más.
Cómo conservar guisantes: siempre en recipientes herméticos
Los guisantes son buenos aliados de la cocina de aprovechamiento. Si te sobran puedes utilizarlos para enriquecer patatas guisadas, tortilla, carne picada o huevos al plato.
- Nevera. Si son frescos puedes guardarlos desgranados en la nevera, en un recipiente bien cerrado. Lo ideal es consumirlos antes de 3 días. Si ya están cocidos, mételos cuando ya estén a temperatura ambiente y consúmelos en 48 horas.
- Congelador. Si son frescos y vas a tardar en consumirlos, guárdalos en el congelador en un recipiente hermético de cristal o bolsa especial para congelar.
- Descongelación. Para conservar al máximo su aspecto y sabor, descongélalos en la nevera. Si vas a cocerlos no hace falta que los descongeles, pero tendrás que incrementar el tiempo de cocción.
Recetas con guisantes
Ahora que ya sabes cómo cocinar guisantes, te animamos a que lo pongas en práctica con las siguientes recetas. Encontrarás cremas, salteados, guarniciones, pasteles y ¡hasta tortitas! De todo un poco para que puedas variar tus menús porque comer saludable no tiene por qué ser aburrido.
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