¿Cómo darle un toque sofisticado, cálido y elegante a un plato dulce o salado, pero sin complicarte demasiado? La respuesta es sencilla: añadiendo unas ricas castañas, las estrellas del otoño junto con las setas, la calabaza o la manzana. La castaña es sabrosa, reconfortante y tan versátil que se adapta a cualquier tipo de elaboraciones, como verás en la selección de recetas de cocina tan especial que hemos preparado. Además, cuenta con propiedades de lo más interesantes.

Propiedades de las castañas: efecto saciante y pocas calorías

Las castañas son un fruto seco riquísimo en nutrientes. Aportan carbohidratos, poco contenido calórico y mucha fibra, lo que favorece el tránsito intestinal. Asimismo, son fuente de minerales, como fósforo, calcio, hierro, magnesio y zinc, principal razón de que se les atribuya propiedades antiinflamatorias. 
También aportan vitamina B1, B3, B6 y ácido fólico, y son buenas en caso de hipertensión. 

Cómo cocinar castañas: Crudas mejor no

Aunque las castañas frescas pueden consumirse crudas, pueden resultar indigestas por su contenido en almidón. Lo mejor es pelarlas, escaldarlas y cocerlas. También puedes encontrarlas congeladas ya peladas y en conserva: todo dependerá de la receta que vayas a preparar.

Aquí tienes algunas de las formas de cocción que admite. Ten en cuenta que el tiempo puede variar según el tamaño y el tipo de castaña en cuestión.

  • Asadas. La forma más popular. Con un cuchillo haz una pequeña muesca en la zona más abombada de cada castaña, así no explotarán al hacerse. Disponlas en la bandeja del horno precalentado a 200 °C y hornea 10 minutos, por un lado, y 10 minutos por el otro.
  • Cocidas. Haz la misma incisión y cuécelas en agua hirviendo durante 4 minutos. Sácalas de una en una a fin de retirar la cáscara y la pielecilla fina que las recubre. Cuécelas en agua hirviendo 20 minutos hasta que estén blandas.
  • Al microondas. Tras hacer el corte, cuécelas 20 segundos a temperatura máxima en el microondas y pélalas.

Cómo conservar castañas: siempre en nevera

Para que las castañas se conserven bien es imprescindible elegirlas bien. Escógelas de color marrón brillante y sin manchas ni agujeros, que sean grandes, con volumen y que pesen.

  • Crudas. Sácalas de la bolsa y extiéndelas sobre papel absorbente para que suelten la humedad. En nevera aguantarán un mes, mientras que en congelador serán seis. Hazles el corte antes de congelarlas.
  • Cocinadas. Si te han sobrado algunas después de haberlas cocido o asado, puedes conservarlas en la nevera tres días en un recipiente hermético de cristal. Así las tendrás a mano y podrás aprovechar para hacer postres, preparar cremas, enriquecer guisos o aportar una textura distinta a la ensalada. También las puedes congelar en un recipiente adecuado durante seis meses.

Recetas con castañas

Ahora que ya sabes cuáles son las propiedades de las castañas, cómo cocinarlas y conservarlas, toca entrar en los fogones ¡la parte más divertida! Para que puedas comprobar la versatilidad de la que hablábamos antes, a continuación encontrarás una selección muy variada de recetas con castañasque no te dejarán indiferente.

Schema: Receta

 

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