El comienzo de año viene cargado de propósitos, uno de los cuales suele ser mejorar nuestra alimentación. Planificar el menú semanal es la mejor manera de lograrlo ya que evitarás ese enorme agobio de no saber qué hacer de comer con el que acabas comiendo cualquier cosa rápido y mal (y teniendo hambre a la media hora). Además, también ahorrarás tiempo en el supermercado y podrás aprovechar los productos de temporada, más económicos y en su mejor momento de sabor, olor y textura.

Para ponértelo más fácil, aquí tienes un menú semanal que podrás poner en práctica desde ya mismo. La idea es proponerte un plato para la comida y otro para la cena para que puedas combinarlos con otros que te sugerimos, así como adaptarlos a tus gustos y circunstancias concretas, como por ejemplo si comes en la oficina. 

las claves del menú

Después del ajetreo de las primeras celebraciones navideñas, nos hemos centrado en propuestas fáciles de llevar a cabo, que no impliquen mucho tiempo en la cocina, pero que a la vez sean saciantes, ricas y reconfortantes, perfectas para combatir las temperaturas propias del invierno recién estrenado. Muchas de ellas son recetas básicas que te vendrán fenomenal si quieres mejorar tu nivel de cocina, como por ejemplo lentejas con chorizo, lasaña de queso, berenjenas rellenas, pollo al limón o salmón en papillote.  

Por otro lado, conocer de antemano la lista de la compra te va a facilitar el ahorro económico. Si ya sabes que dos días a la semana vas a comer pollo (por ejemplo, empanado y en albóndigas), sin duda te compensará comprar pechuga en formato familiar. ¡Empezamos!