Ya se sirva como postre o como merienda, el brioche es una auténtica delicia para el paladar... si está bien cocinado, claro. Cuando está bien hecho, es un pan suave y esponjoso, realmente rico. Aunque no es difícil de preparar, hay ciertos trucos que ayudan a lograr un resultado exquisito. Si quieres conocerlos y pasar de un brioche normalito a un brioche wow sigue leyendo.
Un pan francés, dulce y especial
Decir que el brioche es un tipo de pan es algo ambiguo, ya que se parece más a un suave bollo, ligeramente dulce, que se prepara con algunos ingredientes que no están presente en la receta del pan normal, como son los huevos, la leche y la mantequilla.
Se cree que el brioche surge a partir de una receta tradicional en Francia, concretamente en la región de Normandía, que fue modificada en el siglo XIX para introducir otros ingredientes. Sin embargo, el brioche como tal no lleva más que harina, mantequilla, leche, huevo, levadura, azúcar y una pizca de sal.
Si ya has probado a hacerlo en casa pero necesitas un tip que te ayude a convertir tu brioche en una delicia culinaria, presta atención porque te vamos a dar algunas claves de experto para lograrlo.
trucos para un brioche de 10
1. La calidad de los ingredientes, el primer requisito
Un brioche espectacular necesita ingredientes de calidad. Si no partimos de esta base y utilizamos ingredientes reguleros, el resultado lo reflejará y nunca podrá alcanzar la excelencia. Apuesta por una buena harina sin aditivos, unos huevos camperos, una leche rica, etc. El huevo y la leche aportan humedad a la masa de brioche y enriquecen el pan resultante, por lo que conviene que sean de calidad.
2. La harina, que sea de fuerza
No pienses que utilizando cualquier tipo de harina vas a lograr un buen brioche. Es importante elegir harina de trigo de fuerza, ya que el proceso de fermentación de este pan dulce es muy largo, y la harina de fuerza lo aguanta mejor. Como tiene mayor cantidad de gluten que la harina normal, la masa resultante es más consistente.
3. El punto de partida, la masa madre
Como ocurre con otras muchas recetas y preparaciones de pan o bollos, la masa madre le dará a tu brioche una textura y un sabor especiales, el del fermento natural. Por eso, si dispones de masa madre, no dudes en utilizarla al cocinar el brioche y notarás la diferencia.
4. Levadura, ¿fresca o seca?
A pesar de incluir masa madre al elaborar tu brioche, será necesario agregar un poco de levadura química, que puede ser seca o fresca. Los expertos cuestionados sobre cuál de estas dos versiones es mejor para hacer el brioche no se ponen de acuerdo y, aunque cada uno ofrece una opinión diferente, suelen ser más los que indican que es mejor elegir levadura seca. Con ella se obtiene un resultado más regular y homogéneo.
5. El amasado
Llegamos a uno de los procesos más importantes a la hora de lograr una masa de brioche perfecta: el amasado de los diferentes ingredientes. El proceso es largo y un poco tedioso por lo que merece la pena usar una amasadora eléctrica, si es que tienes una. De lo contrario puedes hacer la masa a mano, aunque es posible que te lleve en torno a una hora. Cuando la masa se estira y se queda fina sin romperse, significa que está lista. En ese momento tendrás que dejar reposar toda la noche hasta que casi duplique su tamaño.
6. La mantequilla, al final
Este es otro de los trucos de experto que mejor funciona a la hora de preparar un riquísimo brioche: la mantequilla nunca se pone al principio del amasado, junto con el resto de ingredientes. Es importante añadirla más tarde en un segundo amasado, cuando la masa ya esté ligada, con lo que conseguiremos que después el brioche suba mejor en el horno. Si ponemos la mantequilla desde el principio, tardaremos mucho más en lograr que la masa del brioche quede como tiene que quedar.
7. El horneado
Tiempo y temperatura son los conceptos básicos que hemos de manejar para que el horneado de nuestro brioche sea perfecto. Y en esta situación, no conviene hacer experimentos, más allá de las propias características del horno en cuestión que pueden alargar o acortar ligeramente el tiempo de horneado. Precalienta el horno a 180-190ºC y hornea el brioche durante unos 30 minutos aproximadamente. Pincha con un tenedor o una aguja de hacer punto para ver si ya está hecho o no. Cuando la aguja salga limpia, es el momento de sacar tu brioche del horno.
¿Quieres un último tip para evitar que tu brioche pierda volumen? Dale un golpecito a la base con un cubierto o algún otro utensilio y no bajará al enfriarse.