Cuando tenemos una gran experiencia en la cocina, muchas de las acciones las hacemos por inercia y de forma instantánea. Algunos de los pasos que seguimos con ciertas recetas que hemos heredado de nuestras madres o abuelas, los hemos hecho tantas veces que ya ni pensamos en lo que ejecutamos.
Otra cosa que también pasa de generación en generación, son las manías que tenemos en la cocina. Cada persona tiene una pequeña obsesión, como por ejemplo, lavar ciertos alimentos, cortar trozos de un modo muy específico o poner una temperatura de cocción excesiva... Todas estas acciones las hacemos con buena intención, pero no nos damos cuenta de que pueden perjudicarnos si no las llevamos a cabo adecuadamente.
Con el huevo hay que tener mucho cuidado. Todos conocemos sus efectos negativos si se cocina mal en una tortilla, pero pocas personas saben un paso que hay que evitar cuando los vayamos a usar. La influencer @dulcementenadia nos desvela el error que siempre cometemos y que a partir de ahora debemos eliminar de nuestras recetas. ¡Mira, mira!
EL PASO QUE NO DEBEMOS HACER EN LAS RECETAS CON HUEVO
El grave error que no debemos hacer cuando vayamos a cocinar un huevo es dejarlo en agua caliente para lavarlos. Solemos dejarlos en un bol al remojo con el objetivo de limpiarlos de bacterias, gérmenes y restos de suciedad. Con este acto, conseguimos todo lo contrario. Si se dejan en agua caliente, hay altas posibilidades de que la salmonela que está dentro de la cáscara se vaya al interior del huevo y brote la enfermedad.
Si se ingiere un huevo con salmonela, puede tener graves consecuencias para la salud. Nos puede provocar: fiebre, diarrea, náuseas, dolor abdominal, vómitos, escalofríos y más. Hay que saber identificarlos a tiempo y acudir al médico rápidamente, ya que los síntomas pueden derivar en problemas aún más serios.
¿Cómo se deben lavar los huevos correctamente?
Para evitar enfermedades y otros riesgos cuando vayamos a lavar un huevo hay que hacer unos pasos para garantizar la higiene. Algunas de las recomendaciones son:
- Lavarse las manos es una de las cosas que no pueden faltar. No hay que traspasar los gérmenes que hayamos podido adquirir tocando otras cosas.
- Antes de empezar con la limpieza de los huevos, échales un ojo y mira que no tengan muchas grietas. Si es así, no los utilices, ya que puede ser un foco de entrada de residuos y bacterias.
- La mejor fórmula para lavarlos es utilizar agua tibia. Es importante que no esté caliente, para evitar la salmonela. Hay que hacerlo de forma suave para no romperlos y eliminar correctamente lo indeseado. Se puede utilizar una herramienta pequeña, como un cepillo, para que la limpieza sea más precisa.
- Sécalos con un trapo limpio para que no queden humedecidos.
- Por último, si en vez de cocinarlos, eres de esas personas que los lava justo cuando llegan del supermercado, los debes guardar en la nevera para que conserve la temperatura y no aparezcan parásitos.