El orden y la organización en casa son fundamentales para mantener la casa (y la mente) en calma. Sé que muchas veces nos cuesta mantenerlos con el ritmo frenético del día a día, por eso, como experta en orden y organizadora profesional, te aconsejo que dediques la tarde del domingo a planificar tu semana. De esta forma, tendrás una visión general de todo lo que pasará en los próximos 7 días y te dejará un espacio de margen para solucionar cualquier imprevisto que te llegue.
Para que te sea más fácil implementar este nuevo hábito, que te digo desde ya que cambiará tus semanas, te cuento, a continuación, las 8 cosas que yo hago los domingos por la tarde para tener una semana más organizada.
1. Reviso y ajusto mi agenda
Para poder ser productiva y efectiva durante la semana, me gusta tener todo por escrito y visualmente ordenado. Por eso, los domingos por la tarde siempre dedico unos minutos a repasar mi agenda semanal. Verifico reuniones, citas importantes (de trabajo, médicas o compromisos familiares) e, importantísimo, me reservo horas para hacer deporte.
Revisando mi agenda semanal también me facilita detectar si hay algo que no encaja o si tengo muchas cosas en un día y puedo reorganizar ajustando tiempos, moviendo o, incluso, cancelando si creo que no voy a llegar.
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2. Planifico las comidas
Planificar las comidas de la semana con antelación me resulta superútil para llevar una alimentación saludable, así que los domingos por la tarde siempre organizo un menú semanal. Me apunto los platos que voy a comer cada día, reviso los ingredientes que ya tengo en la nevera y en la despensa y apunto los que realmente me hacen falta para ir a comprarlos.
De esta manera, no desperdicio comida y el lunes por la mañana, que es cuando hago mi compra semanal, puedo hacerla de manera más consciente, más rápida y comprando únicamente lo que necesito. Y de paso, mi cartera también lo agradece porque ahorro dinero.
3. Si lo necesito, hago Batch Cooking
Si sé que tendré una semana más ocupada de lo normal, recurro a la técnica de Batch Cooking. Es decir, preparo varias comidas con antelación el domingo por la tarde para que durante la semana solo tenga que recalentar, servir y comer sin tener que pensar ni estresarme.
4. Preparo mi espacio de trabajo
Los domingos por la tarde también me reservo un ratito para ordenar mi zona de trabajo.
Una zona de trabajo limpia y organizada es esencial para empezar la semana con claridad mental. Para ello, despejo mi escritorio, guardo papeles que ya no necesito y reviso el material que pueda necesitar si tengo algún taller, conferencia o reuniones virtuales esa semana. Por ejemplo, si tengo una presentación, verifico que todo esté listo para evitar sorpresas.
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5. Organizo mi armario
Si esa semana tengo algún viaje, hago una selección de looks y los escribo para no perder mucho tiempo a la hora de hacer la maleta. También aprovecho la tarde del domingo para lavar, doblar o planchar la ropa que tenga pendiente para así empezar mi semana sin acumulaciones. Por cierto, este punto me da muchísima paz mental.
6. Hago limpieza rápida y orden del hogar
Algo que también suelo hacer los domingos es dedicar unos 30 minutos a hacer una limpieza general, que incluye: recoger cosas que están fuera de su sitio, limpiar superficies como mesas y encimeras o regar las plantas. Por ejemplo, ordeno los cojines del sofá, paso un trapo rápido por la mesa del comedor y barro las zonas principales. No busco perfección, pero sí un ambiente limpio y ordenado que me inspire calma al comenzar la semana.
7. Desconexión digital y reflexión
Los domingos también intento desconectar del teléfono y del mundo digital y me dedico a actividades que me relajen. Leo, doy un paseo o simplemente descanso mientras veo una película. Este tiempo para mí misma me permite recargar energías y reconectar conmigo misma, algo que considero fundamental para empezar la semana con buen pie.
8. Dejo preparada la mesa del desayuno
Por último, siempre dejo la mesa del desayuno preparada, dejo colocadas las tazas, los platos y los cubiertos que voy a necesitar. De esta manera, el lunes empiezo el día sin prisas, disfrutando de un desayuno tranquilo que me da la energía para afrontar lo que venga.