Si te digo que tendiendo bien ahorrarás en plancha, seguro que te animas a prestar atención y terminar con algunos malos hábitos que tenemos adquiridos en lo que a la tarea de tender la ropa se refiere. Muchas veces nos centramos tanto en las claves para hacer bien la colada y planchar correctamente que nos olvidamos de esta fase del proceso y es fundamental. Además, tender bien no solo hace que la ropa se seque antes, que no se deforme y que tengas que planchas menos, como hemos visto. También alarga la vida de las prendas ya se trate de ropa de vestir o de casa.
No es un consejo relacionado directamente con la fase de tender la ropa pero está en línea: una vez seca la ropa, recógela lo antes posible del tendedero. No te olvides de ella. Cuando más tiempo pase al sol la ropa ya seca, más rígida se pondrá. Además se ensucia y pierde el olor agradable de recién sacada de la lavadora. Al igual que debes tender en cuanto la lavadora acaba porque cuanto más tiempo pase la ropa mojada en el interior de la lavadora cerrada más se arruga y puede coger olores.
Si tiendes en el exterior, ten siempre a mano una funda de plástico para proteger la ropa de los días de lluvia.
Errores que cometemos al tender
- Colgar la ropa demasiado mojada. Es preferible que la lavadora centrifugue. Se acorta el tiempo de secado. Además hay prendas que muy mojadas (como los jerséis de lana) pesan y si las tiendes “colgando” pueden dar de sí.
- Tender a pleno sol. Ojo, porque lo ideal es tender en un espacio ventilado pero no con un sol de justicia todo el rato. La sombra preserva los colores y las fibras.
- Tender camisas, blusas y camisetas por los hombros. ¡No lo hagas más! Se deforman. Es preferible hacerlo por el bajo o por las axilas.
- Recoger la ropa cuando aún no está completamente seca. A no ser que vayas a darle un estirón con la plancha al momento de recogerla -lo que facilita la labor-, espera a que la ropa esté bien seca antes de guardarla para que no coja olores indeseables a humedad.