Un mantel arrugado, unas copas sucias o un plato roto pueden deslucir un maravilloso menú de Navidad. Desde The Home Academy, la primera escuela en Organización y Disfrute del Hogar en España, aconsejan tomarse el tiempo necesario para llevar a cabo todos los preparativos. Sus fundadoras Rita Cifuentes y María González desvelan todos los detalles para poner a punto los distintos elementos que conformarán la mesa, así como los mejores trucos de limpieza y planchado para el mantel.
Cómo poner a punto la vajilla
Estás a tiempo de completar la vajilla si te falta alguna pieza o tienes alguna rota. Valora si necesitas comprar juegos enteros o solo alguna pieza. En ese caso busca modelos que contrasten entre sí o de un solo tono que combinen con lo que ya tienes.
En el supuesto de que tu vajilla sea heredada, antigua o esté decorada con oro o plata, deberás lavarla siempre a mano con esponja y un detergente suave, y aclarar con abundante agua. ¿Ha amarilleado alguna pieza? Frótala con agua tibia y limón y blanqueará.
EL TURNO DE La cristalería
Si las copas están opacas, añade vinagre al agua tibia y jabonosa de su lavado y brillarán más. Para secarlas, déjalas escurrir hasta que estén casi secas. Pasa después un paño que no deje restos, los mejores son los de lino o de microfibras. Una vez secas, deja las copas boca arriba, así no se rayan los bordes.
¿Y en el lavavajillas? Mete las piezas en orden de altura (copas altas juntas y vasos juntos), de forma que no se toquen. Respecto al detergente, pon solo la cantidad recomendada. Cuando acabe el programa, deja la puerta abierta para que el vapor desaparezca. Saca la copa por el pie y los vasos por abajo, para no dejar marcas.
Revisar la cubertería
Si tus cubiertos son de acero basta con lavar con agua y jabón y secar para que no queden marcas, y también admiten lavavajillas. Aquellos que sean de plata o plateados requerirán lavado a mano, siendo conveniente que los frotes con un paño impregnado en alcohol cuando los seques. Si están envejecidos, hay varios trucos para limpiar la plata y que quede como nueva.
Al guardarlos de nuevo, envuélvelos en papel de seda blanco para que no reciban luz y no se ennegrezcan. Si tienes cubiertos dorados, en su mayoría son de acero inoxidable. Para que te duren más tiempo en buen estado lávalos a mano en agua jabonosa y con esponja suave.
Pon especial atención si tienes cubertería con mangos de marfil, nácar o maderas nobles, ya que además no debes dejarla en remojo. Frota con una esponja sin mojar mucho estos materiales y sécalos cuanto antes para evitar grietas.
CÓMO LUCIR MANTELES IMPECABLES
Revisa los manteles con antelación, porque es habitual encontrar manchas o arrugas del plegado si llevan tiempo guardados. Asimismo, puedes prevenir la aparición de manchas amarillas evitando guardarlos en bolsas de plástico, cajas de cartón o en contacto con la madera. Hay varias formas de lavar y cuidar la ropa de casa.
Cómo lavar los manteles
- Si el mantel es blanco, no lo mezcles nunca con ropa de color. Puedes remojarlo antes de lavar en una mezcla de bicarbonato y agua. Mira bien la etiqueta y respeta las instrucciones. ¡Es importante!
- Si es algodón 100%, lo mejor es usar agua fría, aunque las manchas no salen tan fácilmente. Si es de poliéster y algodón, usa sin problemas un programa de 40 grados. Si es de lino, lava a mano o en el tinte.
- No cargues en exceso la lavadora. El mantel debe poder moverse bien en su interior para lavarse mejor.
- ¿Tus mantelerías han estado guardadas mucho tiempo, son blancas y han amarilleado? Aplica zumo de limón sobre las zonas afectadas y deja actuar unas horas. Luego lava con detergente en polvo.
- El perborato también resulta útil para blanquear el mantel: pon agua, detergente y una cucharada de perborato. Deja actuar unas horas y aclara.
- Si el mantel es una muselina o tejido delicado, lava con una mezcla de 2 l de agua, 250 ml de agua oxigenada y detergente, deja la prenda en esta mezcla y aclara con abundante agua.
CÓMO ELIMINAR LAS MANCHAS ESPECÍFICAS
Por lo general, estos son los tres tipos de manchas más frecuentes en un mantel.
- Manchas de grasa. No las dejes secar ni las frotes con agua o no las quitarás. Para lavar las manchas de grasa, presiona con un trozo de papel de cocina para que el papel absorba. No frotes. Luego, cúbrela bien con polvos de talco, maicena o sal, y deja actuar unos minutos. Cepilla o retira con una cuchara. Si la mancha se resiste, echa una gota de jabón neutro y, con un cepillo de dientes humedecido en agua, frótala suavemente.
- Manchas de vino. Si es tinto, empapa una esponja con vino blanco y da pequeños golpecitos a la mancha, pero no la restriegues. Otra alternativa es darle agua oxigenada mezclada con jabón líquido cuando retires el mantel; luego, sécalo. Si es blanco, espolvorea un poco de sal. O, también, aplica un poco de zumo de limón. Hay más trucos para quitar una mancha de vino.
- Manchas de salsa. Lo peor es dejar que se sequen. Tienes tres formas rápidas de actuar. Si el tomate ha dejado restos sólidos, primero retíralos con una cuchara o con papel de cocina (sin frotar) y da luego un poco de agua tibia con jabón. Otra buena opción: cepilla la zona manchada con bicarbonato o aplica directamente vinagre blanco, agua oxigenada o zumo de limón; después, aclara. ¡Ni rastro!
Trucos para planchar manteles
Antes de empezar, comprueba que la plancha está limpia. Usa una tabla de planchar con base reflectora de calor, ya que reflejan el calor hacia la prenda y el tiempo de planchado disminuye.
- El mantel y las servilletas se planchan mejor si están un poco húmedos. Plancha con vapor y temperatura media. Primero plancha por el revés y luego también por el derecho para realzar el brillo. Si es de color oscuro plancha solo por el revés.
- Pasa la plancha en línea recta, sin hacer círculos, en el mismo sentido que los hilos del mantel.
- Cuando hay iniciales bordadas o algún dibujo, coloca una toalla gruesa y blanca sobre la tabla de planchar y encima el mantel. Plancha por el revés para que el bordado coja volumen y no se quede aplastado. Después dale la vuelta y plancha todo, pero alrededor, nunca por encima del bordado.
- Cuando planches manteles muy grandes, ponte al lado de una mesa y ve enrollando a la vez la parte planchada para evitar que se arrugue.
¿Sabes cómo guardar los manteles?
Envuelve la mantelería con papel tisú, con una tela de algodón 100% o una funda vieja de almohada. No uses papel de seda. Otra idea: busca un tubo de cartón. Te servirá para enrollar y guardar el mantel recién planchado. ¿Un consejo? No guardes prendas que has almidonado junto con otras que no, porque pueden provocar la aparición de manchas de humedad en las que no están tratadas.
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