Queda claro que si no hay armarios en tu casa y tampoco vas sobrado de metros cuadrados, hay algo que sí o sí debes hacer: quedarte solo con lo que realmente utilizas. Ya lo dicen las gurús del orden, que lo primero es realizar un cribado exhaustivo y luego, si eso, ya nos pondremos a ordenar. No queda otra. Quédate solo con lo básico.

Tras realizar esa limpieza y quedarte solo con lo que realmente utilizas (y con estos trucos que te hemos contado), la ausencia de armarios no te parecerá tan dramática.

Los burros de ropa, como los que se utilizan en las tiendas de moda, pueden ser una solución práctica a este problema. Se mueven con facilidad (sobre todo si eliges un modelo con ruedas) y existen tantos modelos que puedes adaptar la elección del diseño a tu decoración.

Colgar baldas en la pared, para poner camisetas o zapatos, es otra idea para practicar el almacenaje inteligente. Las cestas cuadradas y rígidas, de tela o fibras naturales, también serán tus aliadas en estos casos. Contar con ellas para organizar la ropa y los complementos por categorías sobre las estanterías, te harán saber donde está cada cosa y te ofrecerá una visión más decorativa del orden establecido.

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