Ventilar las habitaciones, cambiar las sábanas, limpiar el polvo, barrer, pasar el aspirador, hacer los baños o limpiar la cocina son algunas de las tareas esenciales para mantener la casa limpia y libre de gérmenes. ¿Pero qué pasa con los utensilios que utilizas para ello? La gamuza del polvo, los estropajos del baño, el cepillo, el recogedor o los paños también necesitan ser limpiados. ¿Te imaginas la de gérmenes que acumulan y que pueden extender sin que te des cuenta?

En concreto, los trapos de cocina son el recurso todoterreno que nos ayuda a mantener la cocina bien limpia y seca. Pero claro, es inevitable que se ensucien durante el proceso, por ejemplo al secar una sartén que aún conserve algún resto de grasa. Por otro lado nos encontramos con los trapos que utilizas para secarte las manos. De lavarlos tantas veces es habitual que vayan desgastándose y quedan algo ásperos. Si quieres saber cómo resolverlo, sigue leyendo y presume de trapos suaves y desinfectados.

¿Cada cuánto lavar los trapos de cocina?

Uno de los muchos enemigos de los trapos de cocina es la humedad. Después de haber secado la vajilla o la encimera suelen quedar empapados y ahí es cuando pueden hacer acto de presencia las bacterias. Por lo tanto, si utilizas la cocina a diario, lo ideal es que los laves cada día o cada dos días, de ahí que sea habitual que vayan perdiendo su suavidad inicial.

¿Cómo desinfectar los trapos de cocina?

Por si te sirve de orientación, te diré que yo suelo meterlos en la lavadora para que queden bien limpios, pero sobre todo bien escurridos. Si vives en una zona húmeda donde la ropa tarda en secar lo entenderás perfectamente. Pero hay veces que no tengo ropa suficiente para poner esa lavadora y necesito una ayuda extra para desinfectar los trapos y que queden bien sin tener que frotar sin parar. ¿Cómo lo hago? Utilizando agua oxigenada y bicarbonato sódico:

  • Paso 1. Lo primero que hago es localizar las manchas más conflictivas del trapo y les aplico agua oxigenada. Dejo actuar 15 minutos.
  • Paso 2. Mientras tanto, caliento 1 litro de agua y le añado 1 cucharada de bicarbonato sódico. 
  • Paso 3. Introduzco el trapo en ese agua y lo dejo actuar un mínimo de 30 minutos. Luego lo enjuago bien con agua fría, sobre todo para que no quede ni rastro del bicarbonato.
  • Paso 4. Lo escurro sin apretujarlo demasiado para que las fibras no "sufran" y lo extiendo bien para que se seque. Aunque es cierto que los paños blancos quedan mejor al sol, si no quieres que se acartonen mejor hazlo a la sombra, o al menos no en las horas en las que los rayos solares actúan con más fuerza.

Un consejo práctico

¿Cocinas habitualmente? Ya habrás caído en la cuenta de que en muchas recetas necesitas un trapo limpio y seco para tapar masas, extender placas de canelones o similares. Mi consejo personal es que, por muy limpios que tengas los trapos de cocina, nunca utilices los mismos para cocinar que para limpiar. Para no equivocarte, lo mejor es que los distingas por colores o por estampados y dejes un par de ellos para uso exclusivo de tareas culinarias.