Si después de limpiar la vitrocerámica, ves que quedan rayones, no desesperes, hay un truco increíble que los eliminará por completo, dejando la superficie como el primer día. Y es que si utilizas la vitrocerámica como una extensión de la encimera, ya sea para partir pan, prepararte el desayuno o aliñar la ensalada, seguramente se haya rayado con el tiempo. Tampoco es aconsejable menear las sartenes o cazuelas con énfasis sobre esta (mejor usa una cuchara de madera o levántala y muévela un poco).
En El Mueble, tenemos muchos trucos para limpiar la cocina y ¡también para que desaparezcan los arañazos de la vitrocerámica! Y te sorprenderá (y mucho) con qué aconsejan los profesionales eliminar estos antiestéticos rayones que hacen que tu vitro parezca mucho más vieja de lo que es. ¡Con pasta de dientes! Vamos paso a paso para que veas cómo se hace.
- Paso 1. Limpia la vitrocerámica con una bayeta y un producto específico. Utiliza la rasqueta en las zonas donde haya más suciedad incrustada.
- Paso 2. Pasa de nuevo la vitro con una bayeta limpia. Así detectarás fácilmente dónde están esos rayones tan antiestéticos.
- Paso 3. Aplica pasta de dientes con la bayeta, haciendo movimientos circulares. Intenta extender bien todo el producto por la zona donde están los rayones.
- Paso 4. Limpia la zona con una bayeta húmeda para eliminar los restos de pasta de dientes y que no se quemen cuando vuelvas a encender la vitrocerámica.
¿Ves que fácil? Con este trucazo, tu vitro se mantendrá brillante e impecable durante más tiempo.
Otros trucos para quitar los rayones de la vitrocerámica
También puedes emplear amoniaco para quitar los rayones de la vitrocerámica. ¿Cómo se usa? Mezcla 1/2 litro de agua con 20 ml de amoniaco, empapa un trapo y pasa la zona con los rayones haciendo movimientos circulares. Repite el proceso tantas veces como sea necesario hasta que hayan desaparecido.
Otro producto que puedes utilizar para quitar los rayones es un limpiador de metales. Echa un poco del producto en una trapo o un disco de algodón. Lo más recomendable es que hagas primero una prueba en una zona pequeña para ver que funciona y, si es así, aplícalo en toda la superficie suavemente y haciendo movimientos circulares. Después, con un paño húmedo, elimina los restos del limpiador de toda la placa.
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