En las habitaciones, en el salón e incluso en la cocina. Las cortinas visten tus ventanas, ofrecen privacidad y regulan la luz. Pero, con el tiempo, se van ensuciando ya que acumulan polvo e, incluso, grasa, especialmente las de la cocina. Así que, al menos una vez al trimestre, hay que limpiarlas (o para los más perezosos dos veces al año). ¿Quieres conocer un truco de limpieza para no tener que plancharlas? ¡Sigue leyendo!
A poca gente le gusta planchar y menos unas cortinas que se antojan como infinitos territorios de tela imposibles de alisar. Y aunque el mantenimiento de las cortinas no requiere demasiada frecuencia y quieres evitar por todo lo alto la plancha, a la hora de elegir las cortinas deberás tener en cuenta el material (lino, algodón, sintéticos...).
Cuanto más natural sea el tejido, más cuidado tendrás que llevar a la hora de limpiarla (y plancharla). Si quieres evitar la plancha elige una composición 100% poliéster o un máximo de 30% de lino o algodón. Las mezclas de tejidos naturales y sintéticas para las cortinas ofrecen todas las ventajas de ambos tipos. Por un lado, la naturalidad del lino o el algodón y, por otro, su resistencia a las arrugas o una mejor fijación del color.
Cómo limpiar las cortinas
Primero de todo es importante que tengas en cuenta la etiqueta del fabricante. No todos los tejidos o confecciones pueden ir a la lavadora y según el tipo de cortina que tengas requerirá un tipo de cuidados u otros (como por ejemplo llevarlas a la tintorería o lavarlas a mano). Pero si puedes lavarlas en casa y evitar el planchado, elige un programa en la lavadora con agua fría para que no se encojan y elige un detergente suave (programa para prendas de lana o delicadas).
Si quieres que tus cortinas queden como el primer día, no utilices suavizante. En su lugar, pon una cucharada sopera de azúcar. No daña la lavadora y le dará cierto apresto al tejido consiguiendo que tengan una bonita caída.
Centrifugado, ¿sí o no?
Puedes centrifugar las cortinas siempre que sea suave. Es importante que las cortinas no salgan secas del todo.
Y por último...
Cuelga otra vez las cortinas en su lugar, ya sea colocando de nuevo los ganchos metálicos o pasando las anillas por la barra. O incluso colocando las cortinas en las correderas del riel.
¿Fácil verdad? Y es que, gracias al peso del agua y de la humedad, la tela de las cortinas se alisa de forma natural y, de este modo, evitas usar la plancha. Si ves que la tela ha salido de la lavadora demasiado seca, puedes pulverizar con un poco de agua las cortinas para humedecerlas.