Ya sea la esquina detrás del inodoro, el horno o las aspas del ventilador, todas las personas tenemos algún que otro lugar en casa que, por un motivo u otro, no nos gusta limpiar y hacemos todo lo que esté en nuestras manos para posponer su limpieza. Y cuando te decimos “todas las personas”, nos referimos a todas, incluidos los expertos en limpieza.
Pero, aunque los profesionales de la limpieza también tienen algunos sitios que prefieren evitar cuando limpian, su mayor objetivo es ayudarnos a limpiar la casa más fácilmente dejando atrás los malos hábitos y la procrastinación. Por eso, a continuación, te vamos a enseñar cuáles son los 6 rincones de la casa que los expertos odian limpiar y sus trucos correspondientes para que te sea más fácil y llevadera su limpieza.
1. La campana extractora de la cocina
Las cocinas están llenas de lugares difíciles de limpiar y precisamente los más olvidados siempre son los de la limpieza más complicada. Es el caso de la campana extractora. Mira que se ensucia rápidamente por culpa de la grasa y la suciedad que se le van acumulando mientras cocinamos, pues ni eso nos anima a limpiarla. Esto es debido a que está compuesta de muchas partes, como el ventilador, los filtros y la propia campana, y está ubicada en una zona alta de la cocina.
Para que puedas limpiar la campaña extractora fácil y rápidamente, los expertos recomiendan preparar una solución casera hecha a base de vinagre blanco de limpieza y bicarbonato de sodio. Al mezclar estos dos ingredientes, se formará una pasta que, si la frotas sobre la campana y la enjuagas con agua tibia, eliminarás la suciedad y la grasa en un santiamén.
2. Los rodapiés
A veces, las áreas más difíciles de limpiar son las que apenas notamos porque no las tenemos a la vista, como los rodapiés, que siempre se pasan por alto durante la limpieza. Y es que, aunque parezcan pequeños e insignificantes, los rodapiés acumulan polvo y suciedad al estar cerca del suelo.
Para limpiar los rodapiés fácilmente, los expertos tienen dos trucos. El primero de ellos, es pasarles un paño de microfibra o un plumero con cierta regularidad para evitar que el polvo se acumule. El segundo, consistiría en usar un borrador mágico para quitar manchas más difíciles: bastaría con humedecerlo un poco y pasarlo por ellas.
3. Las juntas de los azulejos del baño
Aunque seas muy constante limpiando la mampara de la ducha o los cabezales de los grifos, a partir de ahora intenta no olvidarte de las juntas. Sí, lo sabemos, es un lugar muy tedioso de limpiar, es superimportante limpiar las juntas de los azulejos con regularidad ya que tienden a acumular moho en ambientes húmedos como el cuarto de baño.
Desafortunadamente, a veces un estropajo o cepillo grande no llega a todas las ranuras. Por eso, el truco de experto consiste en usar un cepillo de dientes sumergido en una mezcla de peróxido de hidrógeno y agua. Al ser las sus cerdas más pequeñas, entrarán mucho mejor en los bordes finos de las juntas.
4. estantes y baldas altas
Al estar en alto y suponernos realizar un esfuerzo extra, intentamos siempre dejar de lado la limpieza de los estantes y las repisas altas. Es verdad que su limpieza es un verdadero fastidio porque cuesta alcanzarlos y, a veces, terminamos con la cara y los ojos llenos de polvo, pero hay que limpiarlos sin excusas.
Para que la limpieza de tus estantes y repisas altas te sea más llevadera, los expertos recomiendan usar un plumero especial o un palo limpiador extensible y con cabezales intercambiables. También aconsejan usar una mascarilla mientras se limpian.
5. Las aspas del ventilador
Si los rodapiés pasan desapercibidos en la limpieza porque están más bajos de la altura de nuestros ojos, con las aspas del ventilador nos pasa lo mismo pero por estar muy altas. Y no deberían ser olvidadas ya que también acumulan polvo y suciedades.
Para limpiar las aspas del ventilador lo mejor son los limpiadores telescópicos de microfibra ya que sus mangos son largos y nos permiten llegar a ellas fácilmente.
6. el horno
Para el último lugar hemos dejado el lugar de la casa más odiado de limpiar: el horno. Mira que nos encanta usarlo para cocinar todo tipo de recetas, pero qué poco nos gusta dedicarle tiempo a su limpieza ya que eso implica eliminar grasa y restos de comida.
Para que te sea más fácil limpiar el horno, lo mejor es empezar con un buen remojo y raspado. Después, límpialo con una solución casera de vinagre blanco de limpieza y agua. Si algunas zonas están más grasientas, puedes hacer una mezcla de bicarbonato de sodio y agua y dejarla actuar unas horas antes de rasparla.