Es una pasada cuando llevas toda tu vida fregando los platos a mano y, de repente, decides comprar un lavavajillas. Y es que este electrodoméstico es uno de los que nos salvan más tiempo en la cocina. Es tan fácil de usar como abrir su puerta, sacar su bandeja extraíble e ir llenándolo con los platos, los vasos, los utensilios de cocina, que tenemos sucios.
Después, programas el ciclo de lavado, lo dejas funcionando y ya él solito te avisará cuando haya terminado. Más rápido, ¡imposible! Pero, por muy maravilloso que sea el lavavajillas, ¿cuántas veces te has encontrado que los platos siguen sucios después del lavado? Esto es algo muy común que suele pasar en todas las casas y que sucede, principalmente, por un paso previo que realizamos y que deberíamos saltarnos.
¡Adiós al prelavado!
Todas lo hemos hecho alguna vez: cuando vemos que un plato está muy, muy, muy sucio, antes de meterlo en el lavavajillas, lo hemos lavado rápido bajo el grifo para retirar los restos grandes de comida. Creemos que, haciendo este prelavado, el plato saldrá mucho más limpio.
Y, ¿cuál es nuestra sorpresa? Pues que el plato sigue estando sucio cuando lo sacamos del lavavajillas al terminar el ciclo de lavado. Según los expertos en limpieza, este prelavado no sirve para nada, solo para alargar el proceso de limpieza y gastar más agua ya que el detergente del lavavajillas está preparado para retirar hasta la suciedad más incrustada de manera efectiva.
Esta efectividad del detergente del lavavajillas es posible gracias a las enzimas que contiene en su formulación, las cuales son capaces de descomponer aceites, grasas, proteínas y almidones presentes en los restos de comida. A esto hay que sumarle que los lavavajillas modernos están diseñados con tecnología específica para limpiar en profundidad platos, cubiertos y vasos sucios.
En definitiva, si el lavavajillas funciona correctamente, no deberías preocuparte por lavar o enjuagar los platos antes de cargarlos en el aparato. Y es que, como bien dicen los expertos, prelavar los platos contradice la finalidad de usar un lavavajillas, además de desperdiciar agua y poder dañar la vajilla. Así que, a partir de ahora, mete los platos sucios directamente en el lavavajillas.
¿Por qué no se deben enjuagar los platos sucios antes de meterlos en el lavavajillas?
Hay muchos motivos por los que los expertos en limpieza no aconsejan enjuagar o lavar los platos sucios antes de meterlos en el lavavajillas. Para que te hagas una idea de lo que podría pasar, aquí te dejamos algunos de esos motivos:
- Puede afectar el funcionamiento del lavavajillas dependiendo del tipo de ciclo y su duración.
- Puede engañar al sensor del lavavajillas que se encarga de determinar la duración del ciclo y la cantidad de agua necesaria, haciéndole creer que los platos están más limpios de lo que realmente están.
- Al detectar que están limpios, la única función que activará el lavavajillas será la de desinfectar.
- Puede dejar los platos más expuestos a los detergentes, los cuales, al ser fuertes para descomponer las partículas de comida, podrían rayarlos o dejarlos marcados.