En época de incertidumbre como la que estamos viviendo es normal que queramos prepararnos para distintos escenarios posibles. Recortar gastos se presenta como la opción más fácil y efectiva para sanear nuestra economía y poder ahorrar.
Si la crisis es personal en vez de global, suele ser producida por pérdida de trabajo, gastos inesperados, divorcio, enfermedad o deudas. En cualquiera de los dos casos, suele venir acompañada de consecuencias para nuestro bienestar físico y mental como estrés emocional, pérdida de control, confusión y pérdida de confianza.
Cómo gestionar una crisis económica
La buena o mala gestión de una crisis puede llevar a la resolución de la misma o a agravarla por malas decisiones. Suele suceder lo segundo.
Por eso, nunca es tarde para aprender educación financiera y hacernos con esas herramientas que nos ayudarán a tomar las decisiones adecuadas respecto a nuestras finanzas personales. Además de poder solicitar ayuda a distintos organismos como Cámaras de Comercio, Fundaciones o Servicios de Empleo, hay muchas empresas y plataformas que ofrecen material e información gratuitos en este sentido.
PRIMEROS PASOS FRENTE A LA CRISIS
Al igual que hacen las empresas, lo primero que debemos valorar es si se trata de una crisis coyuntural o estructural, es decir, temporal o para siempre. Por ejemplo, si nos despiden sería de tipo coyuntural ya que podemos encontrar otro trabajo. En cambio, si los trabajos que encontramos están peor retribuidos entrarían dentro del tipo estructural.
Mientras los cambios coyunturales se superan recortando pequeños gastos y ciertos recibos, los cambios estructurales requerirán cambiar grandes partidas de gasto e incluso el estilo de vida (vivienda, fines de semana, vacaciones). En cualquier caso, nunca recortes en seguros en tiempos de dificultades. Es cuando mejor te pueden venir.
- Recortar gastos menores. Lo mejor es pedir planes con menos servicios a tu proveedor habitual. Céntrate en solucionar el problema de origen porque cambiar de proveedor en medio de una crisis puede ser aun peor. De hecho, lo ideal es hacerlo en momentos de calma para evitar ciertos inconvenientes como quedarte sin internet o teléfono cuando estás buscando trabajo o gestionando problemas.
- A grandes males, grandes remedios. Cuando es estructural cambiar a un piso más barato, incluso vendiendo el de nuestros sueños, nos puede dar la tranquilidad para rehacernos a largo plazo. Cuidado con alquilar a un tercero tu piso si no es con alquiler garantizado, podría agravar tu crisis.
CÓMO RECORTAR GASTOS rápidamente
Cuando ya tienes la crisis encima toca ponerse serios. La máxima a seguir sería "no comprar nada que no sea absolutamente necesario", al menos hasta que pase el temporal. Si quieres reducir gastos por si acaso, puedes buscar opciones intermedias, por ejemplo, ir al cine pero en el día del espectador.
Para saber con certeza de dónde puedes eliminar gastos, deberías analizar tus consumos. Para confeccionarlo tendrás que distribuir tus gastos en fijos y variables, categoría que va a ser muy importante en el momento de hacer ajustes.
- Gastos fijos. Se dividen en básicos como el alquiler, la hipoteca, los seguros y el colegio, y no básicos como el gimnasio y las actividades extraescolares.
- Gastos variables. Alimentación, limpieza, aseo personal, luz, agua, combustible son gastos básicos, mientras que ocio, ropa y calzado serían no básicos.
Pasar a la acción
A partir de ahí toca pasar de la teoría a la práctica. En las distintas Oficinas Municipales de Información al Consumidor (OMIC) encontrarás consejos como los siguientes para hacer que el dinero rinda un poco más.
- En el supermercado. Elabora un presupuesto semanal y ajústate a él. Anota en la lista de la compra las cosas realmente necesarias. Piensa en las marcas blancas y compara la relación calidad-precio. Olvídate de la publicidad.
- En ropa y calzado. Procura ceñirte a las necesidades, que sea poco pero útil. Prioriza lo urgente eligiendo además prendas combinables (por ejemplo, una americana para el trabajo). No compres algo que no necesitas solo porque esté de oferta.
- En electricidad. Aprovecha la luz natural todo lo que puedas. Nunca tengas más luces encendidas que personas hay en la casa y utiliza bombillas de bajo consumo. Optimiza tus electrodomésticos y desconecta los que no vayas a usar, sobre todo si te vas de vacaciones.
- En agua. Ducharse en vez de bañarse no sirve de nada si las duchas son de 20 minutos. Cierra el grifo mientras te lavas los dientes. Carga al máximo lavadora y lavavajillas.
- En Internet. Negocia con tu compañía un plan más económico. Las plataformas de streaming también entrarían en este apartado.
- En el coche. Siempre que puedas utiliza transporte público o ve andando, especialmente si se trata de distancias pequeñas, vas bien de tiempo y el clima es bueno. Mantén los neumáticos con la presión indicada por el fabricante.
- En ocio. Valora alternativas que no supongan gastos desorbitados y frecuentes. Ve apuntando en un papel cuánto hubieras gastado y verás qué satisfacción.
- Servicios financieros. Las tarjetas de débito o crédito, mantener varias cuentas o productos bancarios que no utilizas encarecen los gastos mensuales.
Cómo estar preparado para una crisis económica
En cualquier caso, y más ante el futuro incierto de la situación actual, es importante disfrutar de salud financiera. La planificación y asesoramiento en tus finanzas te evitará muchas preocupaciones.
- Organiza tus ingresos y tus gastos para que nunca te falte liquidez, incluso en temporadas difíciles.
- Si te habitúas a diseñar y respetar un presupuesto, tu economía estará más preparada ante posibles crisis.
- Cambiar tus hábitos de ocio y consumo incrementará tu capacidad de ahorro. Elimina también gastos superfluos que no te aportan nada.
- Lo más importante para ahorrar no es tanto la cantidad sino la constancia. Cuando cojas el hábito no te costará nada hacerlo (incluso te aportará mucha satisfacción personal).
- Guarda dinero para casos de emergencia. Fija el importe de tus ingresos que irá destinado a él.
En conclusión, muchas veces poco podemos hacer para evitar los motivos que desencadenan las crisis económicas, ya sea global o personal, pero sí es importante conocerlos y pasar a la acción para estar preparados en caso de tener que hacerles frente.
Conocer tu presupuesto, administrar responsablemente el dinero, acostumbrarse a ahorrar, evitar deudas innecesarias (ojo con las tarjetas de crédito), y contar con un fondo para casos de emergencia son las acciones básicas que deberías plantearte si aún no lo has hecho.
Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter.