Tienes tu primera cita y todo sale como esperabas. Una velada agradable, risas y muchas miradas cómplices. Pero luego, cuando pasa el tiempo y haces tu primera escapada con tu pareja te das cuenta de que el orden no es lo suyo. Lo dejas pasar y cuando decides tomar la decisión de iros a vivir juntos estallan las alarmas. El desorden se apodera de tu casa y comienzas a vivir conflictos constantes sobre dónde están las llaves, por qué hay tanta ropa acumulada en el armario, o lo imposible que es encontrar unas mallas para ir al gimnasio porque compartes armario.
Está claro que la convivencia es complicada y encontrar el equilibrio perfecto para estar a gusto en casa no es fácil. Lleva tiempo y también diálogo con la persona con la que convives. Ya seas tú o tu pareja el desordenado es hora de cambiar algunas cosas para encontraros más felices en el mismo hogar. Para ellos hemos hablado con Vanesa Travieso, organizadora profesional y creadora de Pon Orden su método donde ayuda a sus “clientes a recuperar el control de sus hogares y de sus vidas, ordenar y organizar, libera”, como ella misma dice. ¿Estás preparado para poner orden en tu vida con tu pareja?
1. Hablar de las tareas a repartir
“Es importante sentarse y hablar de las tareas que cada uno tiene que hacer en casa”, comenta Vanesa Travieso. No, no estamos hablando de hacer una lista de tareas en la nevera como hacías cuando compartías piso en la universidad. Simplemente de tener claro qué tipo de tareas le corresponden a uno y a otro durante la semana. Es una forma fácil y rápida de organizar la casa, incluso más si hubiera niños de por medio.
¿Cómo se hace? Negociando y mirando las preferencias de cada uno y por supuesto, la disponibilidad. Si estás más tiempo en casa trabajando, quizás puedas adelantar la comida o la lavadora. También hay quienes tienen predilección por limpiar ciertas estancias de la casa. Simplemente, hay que hablarlo.
2. Dialogar sobre las cosas que molestan a cada uno
Se llama comunicación y es algo básico en una pareja. Si no hay un buen diálogo en la pareja, comenzarán las culpas y será mucho más difícil la convivencia. Esto es algo que valora mucho Vanesa Travieso y que presenta el diálogo como una vía de salida al desorden. “Hay que hablar sobre las cosas que molestan a cada uno en el reparto de tareas o en el orden que hay en casa para que entre los dos puedan intentar solucionarlo y haya una mejor convivencia”, asegura la experta.
3. Armarios separados
Si es posible, lo ideal es siempre tener armarios separados. ¿Los motivos? Porque “si una persona es ordenada puede mantener su orden en su armario sin alterarse, y no tiene que abrir el armario del otro”. Al final, si compartes armario con una persona desorganizada “ocurre que vienen discusiones sí o sí”.
4. RESPETAR los espacios comunes
"Solo hay una manera y esto se hace estableciendo rutinas para poder mantener el orden", —asegura Vanesa y continúa— “por ejemplo, mantener el salón ordenado cuando nos vamos a dormir. La cocina limpia y los platos en el lavavajillas cuando lo utilicemos. El último que se va a dormir debe dejar recogido las mantas, los cojines, etcétera”. Se trata de establecer rutinas y prioridades en las zonas comunes sin llegar a obsesionarse pero manteniendo el orden.
"Otro tipo de detalles es reponer aquello que falte sin nos damos cuenta, como el gel, el rollo de papel higiénico, y reponerlo sin esperar que el otro lo haga. Estos son cosas importantes".
5. Establecer un sitio para cada cosa
Seguramente te acordarás de tu madre cuando le preguntabas dónde estaba algo y te respondía con rotundidad: "¡en su sitio!" Y es que las madres siempre tienen razón y por eso, establecer un sitio para cada cosa es lo que ayuda a conseguir más orden. En esto está de acuerdo Vanesa, "si determinamos que cada cosa tiene su sitio, no generará discusión, ya que sabremos dónde están y no tendremos que preguntarle a nadie". Esto ayudará a conciliar mejor e integrar el orden en nuestra rutina.
6. Darle un ultimátum a “la acumuladora de cosas”
“Muchas veces acumulamos cosas que no sabemos qué tenemos” y generan cantidad y cantidad de elementos innecesarios que ocupan hueco en nuestros armarios. Este tipo de problemas son muy habituales en parejas y sobre todo en aquellas que comparten espacios pequeños.
"Si nuestra pareja es acumuladora de cosas, podemos seleccionar aquello que no utilice y guardarlo en una caja. Si durante un tiempo no se acuerda ni de que están, podemos deshacernos de ellas”, añade. Esto no es muy ético, pero es una forma de acabar con el desorden y esos "por si acasos" que estas personas suelen guardar. Si al final el problema diario es la acumulación de cosas, “esta es la única opción”, asegura Vanesa.
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