25 utensilios imprescindibles en tu cocina

Cortar los alimentos con el cuchillo adecuado es fundamental. Hay uno específico para cada alimento pero no hace falta que te conviertas en un maestro cuchillero. Con el de carne, pescado, verduras y el que necesitas para cortar el pan es suficiente.

Si no quieres llenar de rayones la encimera cuando cortes los alimentos, una tabla de cortar es imprescindible. Si es de madera límpiala con frecuencia para que no sea un nido de bacterias. Así que las sintéticas (mucho menos bonitas) son más seguras para evitar cualquier tipo de contaminación cruzada. Al menos deberías tener 2: una para las verduras y otra para carne y pescado. Y 3 es lo ideal: Cada tipo de alimento, una tabla.

Así como es posible prescindir de la cuchara de palo o incluso del tenedor, servir una crema o sopa sin cucharón sería una tarea complicada.

No es necesario tener uno para cada tipo de alimento que vayas a rallar. Ya sea de mano o plano lo mejor es que lo elijas de paso fino. También puedes tener un rallador 3D, como el de la foto, que cuenta con distintos pasos de ralladura.

Cuando salieron los primeros peladores significó la salvación para todos aquellos que diezmaban una patata a la hora de pelarla. Pero es que además, hoy el pelador sirve pelar más verduras y hacer tiras finas de calabacín, zanahorias...

Los hay automáticos, con formas de todo tipo pero el mejor sacacorchos es el de dos tiempos (el que usan los camareros). Pequeño y funcional. Este es de Ikea.

Son un básico. Para cortar la carne, el pollo, el pescado... Las mejores son las de acero.

Evita salpicaduras indeseadas cuando voltees los fritos o manipules alimentos recién salidos del horno con unas pinzas de madera.

Igual que con las ollas y los cazos no hace falta que tengas todos los tipos de sartenes. Pero sí un par o 3. Si quieres saber qué tipo de sartén elegir, no te pierdas este artículo.

Ya no solo para servir el aceite a la hora de aliñar un plato o ensalada. El aceite se puede volver a reutilizar así que puedes guardarlo en aceiteras (la de carne y la de pescado). Una vez ya hayas usado el aceite un par de veces, viértelo en un tarro de cristal y cuando éste esté lleno, llévalo a un punto de reciclaje. Nunca lo tires por el desagüe: contamina y es un reclamo para las cucarachas.

No hace falta que tengas de distintos tamaños. Elige el de tamaño mayor para poder escurrir la pasta, la verdura...

Con un colador pequeño de malla fina podrás colar el té o tamizar la harina a la hora de hacer algún pastel o postre.

Ni licuadoras, ni batidoras ni nada. Estamos hablando de utensilios indispensables y aunque puede que los purés no queden con la textura de tu restaurante preferido la batidora de brazo, la detoda la vida, es perfecta. 

Guarda en la nevera las sobras de la comida o si eres de las previsoras y conoces la técnica del batch cooking sabrás que los tápers son geniales para organizarte los menús semanales.

Un buen sistema para almacenar tus conservas o mermeladas o simplemente los alimentos que ya has abierto como el arroz, la harina, los cereales... Al ser de cristal te permitirá saber qué contiene cada uno.

Ordena la basura y recicla. Y sí, 4 cubos de basura son demasiados, hay que reconocerlo. Por eso, opta por sistemas que ya estén compartimentados y, aunque sean un poco más grandes y ocupen más, al final tienes pequeños contenedores para poder separar el plástico, el vidrio, el papel, los residuos orgánicos y el resto en un mismo lugar. 

Son indispensables para ir limpiando y recogiendo restos de alimentos mientras cocinamos. Si son de algodón, mejor porque no dejan pelusa.

Siempre que entres a la cocina, colócate el delantal. Evitarás que tu ropa se manche debido a las salpicaduras de los alimentos al cocinarse o al fregar los utensilios.

no te olvides de los electrodomésticos que por supuesto ya no hace falta mencionar: nevera, horno y lavavajillas son IMPRESCINDIBLES.