Los perros son curiosos (y golosos) por naturaleza. Su olfato siempre los lleva a descubrir nuevos aromas y sabores, y como ya habrás experimentado, los que más atractivos les resultan son los que se encuentran en nuestros platos. Sin embargo, aunque a veces les damos de nuestra comida como un gesto de amor, ciertos alimentos pueden ser realmente peligrosos para ellos. A continuación te contamos cuáles son, así que prepárate para tomar nota. Y si quieres pasar un ratito entretenido o conoces a alguien a quien le gusten los canes, aquí te dejamos un artículo con las frases de perros más bonitas.

Un perro delante de un sándwich.
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1. Lácteos
Muchos de nosotros disfrutamos de un buen pedazo de queso o un yogur cremoso, pero los lácteos no son tan bienvenidos en el mundo canino. Aunque algunos perros pueden tolerar pequeñas cantidades de productos lácteos, muchos son intolerantes a la lactosa. Esto significa que su sistema digestivo no puede descomponer bien el azúcar de la leche, lo que puede llevar a problemas como diarrea, gases, vómitos e incluso molestias abdominales severas. Además, algunos quesos contienen mucha sal y grasa, lo que puede contribuir a la obesidad y a otros problemas de salud. ¡Cuidado con ellos!
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2. Chocolate
Puede que te sorprenda, pero el chocolate –ese rico manjar– es uno de los alimentos más peligrosos para los perros. La culpable es la teobromina, una sustancia que los perros metabolizan muy lentamente y que puede derivar en una acumulación tóxica en su sistema. Incluso pequeñas cantidades de chocolate pueden causar problemas como vómitos, diarrea, temblores musculares, ritmo cardíaco irregular y hasta convulsiones. Los chocolates oscuros y de repostería son especialmente tóxicos debido a su alto contenido de teobromina. Así que, por mucho que esos ojitos imploren por un pedacito de tu chocolate, recuerda que es mejor mantenerlo fuera de su alcance.
3. Uvas y pasas
Aunque son saludables para los humanos, las uvas y las pasas son altamente tóxicas para los perros. Una pequeña cantidad es suficiente para que algunos canes sufran insuficiencia renal aguda. Los síntomas iniciales incluyen vómitos, diarrea, letargo y falta de apetito, pero pueden progresar rápidamente a problemas más graves como dolor abdominal, deshidratación e insuficiencia renal. Lo mejor es evitar completamente las uvas y las pasas y asegurarte de que todos en tu hogar sepan que estos alimentos están prohibidos.
4. Frutos secos
Los frutos secos, como las nueces de macadamia, las almendras, las nueces y las avellanas, pueden causar una serie de problemas en los perros. Las nueces de macadamia, en particular, son extremadamente tóxicas y pueden provocar vómitos, letargo, hipertermia (fiebre alta), temblores e incluso parálisis. Otras nueces pueden causar obstrucciones gastrointestinales, especialmente en perros más pequeños, y pueden ser peligrosas debido a su alto contenido de grasa, lo que aumenta el riesgo de pancreatitis. Además, muchos frutos secos tienen un alto contenido de sal, lo que también se traduce en peligro.
5. Cebolla y ajo
La cebolla y el ajo, ya sean crudos, cocidos o en polvo, contienen compuestos que pueden dañar los glóbulos rojos de los canes, llevando a una condición llamada anemia hemolítica. Los síntomas incluyen letargo, debilidad, vómitos, diarrea, dolor abdominal, y en casos graves, dificultad para respirar y colapso. Aunque una pequeña cantidad puede no causar un daño inmediato, el consumo repetido o en grandes cantidades puede ser muy peligroso.
6. Aguacate
El aguacate es conocido por ser un superalimento para los humanos, pero no lo es tanto para los perros. La causa reside en una sustancia llamada persina. A pesar de que la pulpa del aguacate contiene niveles más bajos de persina, otras partes como la piel, la semilla y las hojas tienen una mayor concentración, pudiendo causar vómitos, diarrea y malestar gastrointestinal. A todo esto hay que sumar otro factor de riesgo, y es que la semilla del aguacate puede causar asfixia u obstrucción intestinal si un perro intenta tragarla.
7. Semillas de algunas frutas
Las semillas de frutas como manzanas, melocotones, cerezas y albaricoques contienen cianuro, un compuesto químico que es tóxico para los perros. Aunque la pulpa de estas frutas suele ser segura en pequeñas cantidades, es crucial evitar que los perros consuman las semillas o el hueso, ya que su ingestión puede causar problemas como dificultad para respirar, pupilas dilatadas, enrojecimiento de las encías e incluso un shock en casos extremos.
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