Cambiar tu casa con pintura es sencillo y cada vez, más limpio y saludable. Nuestro experto en pintura nos aconseja el mejor tipo de pintura y descubre las tendencias para crear ambientes más personales.
Según Joan Montava, responsable de imagen y comunicación de Industrias Titan, el mundo de la pintura está en constante evolución. Año tras año se buscan nuevos colores, técnicas y, sobre todo, productos cada vez más saludables y respetuosos con el medio ambiente. Pero también que faciliten la tarea de pintar, y el sistema monocapa es el producto estrella.
Un cambio de look
fácil, limpio y económico
Cuando te planteas pintar la casa, no siempre llamas a un pintor. En nuestra web titanlux.es –afirma Montava– mostramos cómo crear ambientes con personalidad mediante la pintura, el método más económico para renovar la casa. Un ejemplo: para pintar un piso de 100m2 con el sistema "una capa", necesitarías solo dos cubetas de 5kg –con una cubres unos 50m2– para las paredes y otra para el techo. ¿Total? Un presupuesto de menos de 100€ si lo pintas tú (frente a los 500-1.200€ que costaría contratar a un pintor).
Además, las pinturas monocapa facilitan el trabajo porque, al ser más densas, con una sola pasada tapan cualquier color o imperfección, y además no producen olor, no gotean y se secan en apenas 30 minutos. Por otro lado, el mejor momento para pintar es cuando empieza el buen tiempo, porque entra más luz en casa, con lo que se ven mejor los defectos de la pared, y a la vez, puedes abrir las ventanas para que la pintura se seque con el aire.
Menos disolventes
y más aceites naturales
El estado natural de la pintura es sólido, pues es un pigmento en polvo. Para poder aplicar este polvo, debe tener una consistencia líquida y para ello se utiliza agua y disolvente. Una vez hemos pintado, estos se evaporan y solo queda el pigmento. Cada vez se va reduciendo la cantidad de estos componentes químicos y se sustituyen por aceites naturales, que son mucho menos agresivos tanto para la salud como para el medio ambiente.
Tendencias y clásicos que siempre funcionan
Los colores claros continúan siendo los reyes. Pero no hablamos de los blancos de toda la vida. Son blancos rotos con un tono intenso como el canela, por ejemplo. Hay otros colores que también funcionan. En salones, tonos elegantes como los tostados, combinados con mobiliario blanco o de madera natural. Para el dormitorio principal se buscan tonos cálidos que creen ambientes relajados. Y para los recibidores, se tiende a coger una pared como protagonista dándole un efecto óxido, por ejemplo, uno de los de más éxito. Da un toque actual y es muy económico: por 15€ puedes conseguir dar personalidad a la pared en una tarde.
Pero además de paredes y suelos, son muchos los elementos de la casa que se pueden actualizar con una mano de pintura. Los muebles, los radiadores, las baldosas e incluso los suelos de madera. Hay que lijarlos bien hasta llegar a la madera original y se les puede aplicar un barniz coloreado; existen hasta 400 tonos distintos.
5 consejos para elegir el color perfecto
1. Fíjate en la orientación. Porque la luz natural de una estancia es clave en la elección del color. Si hay mucha, puedes jugar. Si hay poca, mejor opta por tonos claros. Se llevan los blancos rotos con algo de color: canela o gris piedra.
2. Controla los metros. En espacios pequeños, elige una pintura mate sedosa que aporta profundidad y sensación de amplitud. Y aunque tengas mucha luz, si tienes pocos metros son recomendables los colores claros.
3. Mide la altura. Si los techos son bajos, lo ideal es pintarlos de blanco para que no pesen visualmente. También influirán en la pintura de las paredes, que necesitará ser clara para ganar espacio.
4. Combina con los muebles. Determinan el color por su estilo y por su volumen. Un mueble de wengé, por ejemplo, pedirá colores claros y los lacados blancos permitirán tonos más intensos.
5. Selecciona el tono. Elige el color con libertad. Las principales marcas de pintura disponen de máquinas tintométricas que pueden escanear y reproducir el tono de cualquier soporte. Hay hasta 10.000 colores.
5 pasos para conseguir el mejor resultado
1. Limpia. Para que la pintura se adhiera bien y el resultado sea perfecto, debes eliminar polvo, grasa y humedad. Después, déjala secar.
2. Protege. Necesitarás trapos, papeles o plásticos para cubrir muebles y suelos. Y para zócalos, interruptores y marcos de puertas y ventanas, cinta de papel adhesivo o de carrocero.
3. Prepara. La espátula para aplicar masilla en los desperfectos. La lija para alisarla. Las brochas redondas y planas. Pinceles para detalles y cubeta y rodillo de 18 a 22 cm de fibra de nylon larga.
4. Sella. Los poros absorben pintura, de manera que en una pared sin sellar gastarás más pintura y el acabado puede ser desigual. Si la superficie es porosa, dale antes una mano de selladora.
5. Pinta. Aplica la pintura con rodillo en varias direcciones y acaba haciendo una pasada en vertical en el caso de las paredes y en una misma dirección, en el caso de los techos.
Qué nos aporta el color
• Neutros: La base perfecta. Son, además del blanco, los colores básicos que funcionan bien siempre y no pasan de moda. Beiges, blancos rotos y grises.
• Cálidos: Tonos que abrigan. Los colores cálidos arropan las estancias e incluso pueden subir algún grado la temperatura. Amarillos, rojizos y marrones.
• Fríos: Los más frescos. Son ideales para casas de climas cálidos o de veraneo. Amplían y potencian la luz. Verdes, lilas y azules.