¡Los años os sientan tan bien! Y es que hay piezas en decoración que el paso de los lustros no solo no las envejecen, sino que las reafirman, convirtiéndose en iconos del diseño o en piezas atemporales que darán un toque singular y único a cualquier espacio.
En el mundo de la moda es habitual oír la expresión, "todo vuelve", haciendo referencia a que las tendencias son cíclicas. En el caso de las piezas y complementos que hemos reunido en nuestra galería, lo correcto sería decir que nunca se han ido. O al menos no del todo.
Desde sofás con nombre propio, como el icónico Chéster, que nació en el s. XIX de la mano del conde de Chesterfield, hasta pequeños detalles que a día de hoy cobran gran valor ornamental por los años que atesoran y su singularidad, como un reloj antiguo o unas exclusivas botellas de licor de cristal tallado, que pueden ser decorativas por sí solas o reconvertirse en improvisados jarrones.