Hablar de iluminación doméstica a día de hoy es inevitablemente hablar de leds. Es la nueva palabra de moda en decoración. Y no es para menos, porque la tecnología led supone la principal revolución tecnológica en el campo de la iluminación desde la creación de la bombilla eléctrica a finales del siglo XIX.
Todos hemos oído hablar de ellos y es probable que incluso los hayamos comprado en más de una ocasión. Pero, ¿qué son realmente los leds? Las siglas led son un acrónimo del inglés “Light Emitting Diode”, lo que vendría a ser “Diodo Emisor de Luz”. Y aunque su invención data de 1968, no fue hasta los años 90 cuando se hicieron avances considerables para poder aplicar esta tecnología en el ámbito doméstico. Aún tendríamos que esperar unos años para su popularización y, sobre todo, para consolidarse en lo que son hoy: una alternativa eficiente a las fuentes de luz tradicionales.
Ventajas: mucho más que ecoeficientes
Aunque son muchas las ventajas de los leds, sobre todo son dos las que se han anunciado a bombo y platillo: su bajo consumo energético –puede llegar a ser hasta el 90% menos que una bombilla tradicional– y su larga vida útil –hasta 50.000 horas, casi diez veces más que una incandescente–.
Sin embargo, a estas ventajas se suman otras que merece la pena tener en cuenta:
- Apenas desprenden calor: Los halógenos desprenden calor hacia delante, mientras que los led lo desprenden hacia atrás, siendo una muy buena opción para la zona de lectura.
- Fáciles de instalar: Hoy en día los leds se comercializan con diferentes tipos de casquillos, por lo que es tan sencillo como quitar una bombilla y cambiarla por el equivalente en led.
- Encendido instantáneo: En apenas un microsegundo el led puede iluminarse al máximo.
- Ecológicos: A diferencia de los fluorescentes, que contienen mercurio, los leds no contienen productos tóxicos, tales como el tungsteno.
- Control de intensidad y color: Al tratarse de tecnología digital, se le pueden sumar sistemas de control de la iluminación para regular la intensidad así como el cambio de color.
- Diferentes grados de apertura: Desde los 38º, que al ofrecer una luz más focalizada sería indicado para lectura; hasta los 120º, que es la apertura idónea para una iluminación más general.
Cómo elegir una bombilla led
Existen infinidad de tipos de bombillas led y elegir la más adecuada no siempre es tarea fácil. Para empezar, los precios entre unas y otras pueden diferir mucho. Los expertos en iluminación recomiendan comprar siempre bombillas de marcas conocidas, es la manera de asegurarse que el led será de calidad.
A modo orientativo, una bombilla led de calidad ronda los 20 €. Valóralo antes de decidirte por una muy barata, ya que quizás las horas de vida son menores y lo que te ahorras por un lado te acaba saliendo más caro por el otro.
Para evitar sorpresas, los expertos recomiendan fijarse sobre todo en 5 puntos antes de comprar una bombilla led.
En qué fijarse para acertar
- Casquillo. Parece una tontería pero no lo es, porque existen muchos tipos diferentes de casquillos de bombillas (E27, E14, GU10, G4...) y son incompatibles entre ellos. Anota el de tu bombilla de casa y busca uno que sea igual.
- Temperatura de color. Se expresa en grados Kelvin (K) y es la que determina el tipo de color que tendrá la luz de la bombilla. Hasta 2.700ºK se considera una luz cálida, ya que tiende a amarillo, mientras que a partir de 5.000 ºK es una luz fría, que deriva hacia el azul. Lo habitual es optar por una luz cálida o intermedia, en función de la estancia –no es lo mismo una cocina que el salón–. Pero al final es una cuestión de gustos personales. Deberás probar la luz que hace el led para saber con cuál te sientes más cómodo.
- Potencia y consumo. Los lumens (lm) indican la cantidad de luz que emite cada bombilla, mientras que los vatios (w) su consumo. Ten estas dos medidas en cuenta a la hora de elegir la bombilla más adecuada para tus necesidades.
- Grado de apertura. Varía entre los 38 y los 120º, según si necesitas una luz más puntual o más general.
- Vida útil. Aunque se estima que los leds tienen una vida útil de unas 50.000 horas, no está de más fijarse en lo que indica la etiqueta antes de comprar una u otra bombilla. Es habitual encontrar leds más económicos pero que tienen una vida útil también menor.
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