La luz no tiene secretos. Basta con tener claros unos conceptos básicos para poder disfrutar de una iluminación adecuada a tus necesidades. Hemos reunido 8 pasos básicos a modo de guía práctica con los que podrás planificar la iluminación de tu salón. Y acertar.
Paso 1. Dime cómo vives el salón...
Y sabrás cómo iluminarlo. Si quieres acertar, haz el ejercicio previo de pensar qué sueles hacer en él. "Si lo usas sobre todo para ver la tele, debes elegir una iluminación indirecta y muy suave, porque si hay mucha contaminación lumínica no verás bien el monitor –dice Úrsula Sobenes, de Años Luz–. "Lo importante no es la cantidad de luz natural que recibe el salón, sino cuándo deja de recibirla". Es entonces cuando entra en juego la iluminación artificial.
Paso 2. ¿Domótica? ¡Sin duda!
¿Por qué? "Porque ofrece confort y un potentísimo ahorro energético", afirma Meritxell Ribé, de The Room Studio. Con ella puedes planificar la iluminación para diferentes momentos (por ejemplo, luces para relajarte, para trabajar o para recibir amigos). "Con un simple botón puedes escoger la escena lumínica ideal para cada momento, creando sensaciones, placer visual y asegurando en todo momento el confort lumínico".
- Ahorro. "Gracias a la domótica puedes regular la potencia de las fuentes de luz. Es decir, puedes 'transformar' una bombilla de 100 w en una de 40. Con ello consumes un 60% menos y, además, alargas su vida útil. Con un regulador controlas la intensidad, pero la potencia es la misma, por lo que el consumo será también el mismo. Con la domótica, al controlar la potencia, reduces drásticamente el consumo y la factura final de la luz.
- Presupuesto. "Un sistema domótico encarece un 25% la partida de la instalación eléctrica, pero se recupera con el bajo consumo".
La fórmula del éxito
- Luz general con varias luces. "Evita iluminar siempre con la misma fuente de luz: ni todo leds ni todo halógenos. Es importante crear sensaciones y on una sola fuente de luz la iluminación sería plana y pobre", afirma Meritxell Ribé.
- Luz ambiental cálida y regulable. "Combina diferentes lámparas (junto al sofá, sobre una cómoda...) con las que crear escenas diferentes, y que se puedan regular. Un consejo: elige fuentes de luz cálidas (de unos 2.700 K)".
- Destaca con luz puntual. "¿Quieres destacar un cuadro? Puedes hacerlo con apliques o con focos en el techo". Otros elementos que puedes destacar son esculturas, la librería o algún mueble especial.
Paso 3. Dale luz a la zona de sofá
La luz debe ser indirecta, regulable, cálida y suave (de unos 20 W). Si iluminas desde el techo lo ideal es que instales leds en el perímetro del salón, para que la luz se reparta por toda la estancia.
- Lámparas de apoyo. Para cuando no necesites la luz general de techo, coloca lámparas de sobremesa en las mesas auxiliares junto al sofá (o una de pie si no tienes mesa). Además de iluminar, decorarás.
Paso 4. Para el comedor
Instala una lámpara de techo que ilumine toda la superficie de la mesa. Si es una mesa larga, necesitarás dos (o más). Elígela de unos 3.000 K para que no influya en el color de la comida.
- ¿A qué altura? Lo ideal es que la lámpara cuelgue a unos 70-75 cm de la mesa. Las hay regulables en altura, para ajustarlas a otras actividades.
Paso 5. En el rincón de lectura
Librería. Puedes optar por focos de intensidad baja (20 W) –uno por cada cuerpo de librería– o por una tira de leds que bañe cada balda.
Para leer. Lo ideal es una lámpara de pie, con leds o bajo consumo de unos 40-50 W. Evita los halógenos porque desprenden calor frontalmente y resultan molestos en distancias cortas. Elige una luz cálida, la fría refleja más y es incómoda para leer.
El material de la pantalla de la lámpara influye en cómo ilumina una bombilla. Un difusor metálico o de vidrio dará una luz más fría, mientras que uno de tela será mucho más cálida.
Paso 6. Elige bien las lámparas
- Mezcla estilos. "Desde diseños contemporáneos hasta lámparas del rastro. Se lleva crear un estilo diferente y único para cada espacio. Evita poner todas las lámparas iguales", sostiene Meritxell Ribé.
- Lo natural. "La moda por lo vintage va a la baja en pro de lo artesanal: pantallas hechas con tejidos naturales, pies de madera recuperada... Es el retorno a los orígenes".
Paso 7. Controla la luz
Aunque tu salón sea pequeño, "son muy prácticos los interruptores conmutados, ya que permiten controlar las luces desde dos o más puntos de la estancia", sostiene Úrsula.
- Sin obras. Antes, conmutar interruptores significaba pasar cables y hacer obras. Pero hoy, los nuevos diseños por radiofrecuencia –funcionan con un receptor inalámbrico– ahorran el cableado del interruptor.
Paso 8. Pásate al led
"Hoy en día las bombillas led reproducen casi en un 99% la temperatura de color de las bombillas tradicionales –dice Úrsula Sobenes– y, además, están disponibles en todos los formatos, desde la tradicional rosca hasta las tipo vela o las dicroicas". Uno de los puntos débiles de los leds era que no se podían regular, pero hoy en día ya es posible. Pero ojo, porque no todos los que venden lo son. Asegúrate antes de comprarlos. Eso sí, son más caros.
- Lo barato sale caro. Seguro que comparando precios has dado con leds de menos de 10 € y otros de más de 20 €. Esto no es casual, ya que hay diferentes calidades de led. Y su calidad determina su vida útil y cómo de constante es su color durante dicha vida. Lo importante antes de elegir uno u otro es comprobar las horas de vida. Uno de calidad ronda las 50.000 horas, mientras que uno de baja calidad puede estar sobre las 20.000 y su temperatura de color no será constante, es decir, durante el encendido su color variará, resultando muy molesto.
Mini diccionario de iluminación
- Lumen (lm). Es la unidad de medida de la cantidad de luz que emite una bombilla. Es la que marca su potencia.
- Lux (lx). Es la cantidad de luz (lumens) que tiene 1 m². Es la sensación de luminosidad que nos da esa estancia. Para el salón se aconsejan entre 100 y 300 lux (o lumens/m2).
- Vatios (W). Es la información sobre el consumo de la
bombilla. No todas las bombillas consumen los mismos vatios (W), a pesar de tener la misma intensidad de luz. Una incandescente necesita 40 W para dar 400 lúmenes, mientras que una Led solo consumirá 8 W. - Temperatura de color (K). Mide la tonalidad dominante de la luz. Puede ser cálida (menos de 3.300 K, de tonos amarillentos o rojizos) o fría (más de 5.000 K), más blanca y azulada. Para iluminar el salón lo ideal es la luz cálida.