¿Recuerdas a Ilse Crawford, la gran gurú de la decoración emocional? En una ocasión, hablando con ella, nos dejó una perla que, si no has puesto en práctica todavía, deberías. Atenta: "¿Por qué bebes agua cada día con un vaso normal y corriente? Quiérete y bebe agua en una copa. La más bonita que tengas. Nunca habrás bebido un agua más deliciosa". Hoy, aquí, vamos a querernos mucho y no solo beberemos agua en copa sino que comeremos pan y cebolla en la vajilla más especial del mundo.

"La libertad siempre es elegante"

Esta frase no es de Ilse sino de otra gurú, esta vez una gurú de la moda: Coco Chanel. Una frase que cobra especial sentido en la mesa... ¿Tú también has crecido en una casa en la que solo se sacaba la mantelería y la vajilla 'buenas' los días festivos? ¿Tú también recuerdas aquellos manteles perfectamente planchados y con unos platos y una cristalería de la misma colección, perfectamente conjuntados...? Era una opción, claro... Pero, seamos sinceros, un poco (demasiado) aburrida, ¿no? Hoy no hay "tradiciones" que cumplir a la hora de poner la mesa. Hoy se lleva la libertad. Mezcla vajillas de colores distintos, cristalerías lisas y talladas, manteles y caminos, etc. Conseguirás un efecto único y muy decorativo.

Si miras mucho qué te pones...

¿Por qué no miras también qué le pones a tu mesa? Puedes optar por el típico mantel único, claro, pero una mesa de estilista no se queda ahí...

3 outfits para una mesa + estilosa

  • Dos manteles: Uno liso debajo y uno superior que destaque por contraste de color o por estampado acorde con la temporada. El mantel de base debe colgar unos 40 cm por los lados.
  • Caminos y bajoplatos: Si tu mesa es especialmente bonita, no la cubras con un mantel entero. Hazlo solo con caminos.
  • Individuales y bajoplatos: ¿Soléis comer con individuales? Ok. Añádeles unos bajoplatos redondos de fibra y ganarán estilo.

¡Y una gran noticia! No te agobies por las arrugas. La arruga es natural y bella. Aun así, si no te gusta verlas, plánchalas directamente sobre la mesa. Es la forma más fácil y cómoda de conseguir una superficie lisa.

Entre platos anda el juego

Y entre cubiertos y cristalería también. Mezcla sin miedo. En el caso de las vajillas, no te equivocarás nunca si, para combinar distintos platos, utilizas una vajilla blanca. Es el perfecto comodín. Queda bien con todos los colores y les da luz. También puedes combinar vajillas distintas que compartan, como mínimo, un color. Y para estilos más desenfadados y bohemios, piezas sueltas de distintas vajillas. Esta idea funciona especialmente con piezas heredadas: con dorados, flores, tipo vajilla inglesa... El efecto es extradecorativo.

En cuanto a las copas y los vasos, también la mezcla triunfa y decora. Recupera tus copas más bonitas y úsalas. Si te gusta el color, apóyalas con vasos con color, por ejemplo. Y para los cubiertos, colócalos rompiendo los estándares del protocolo. ¿Ideas? Ponlos en pequeño cubo de lata, como pondrías unos lapiceros en un portalápices; anúdalos con un retal divertido; mételos en un pequeño sobre de papel (o de tela) dejando que sobresalgan por el extremo abierto...

Números que importan

  • 60 cm. Es el espacio mínimo que necesita cada comensal. Mejor que dejes 80 cm entre un servicio y otro.
  • 2,5 cm. Distancia que debe haber entre el borde del plato y el borde de la mesa.

¡Y el toque final!

Los detalles. Si tienes alma creativa –y si estás leyendo esto, la tienes–, no decores la mesa solo cuando tienes invitados. Una flor o unas sencillas ramas verdes en una botella bonita de cristal es un detalle muy fácil de hacer y alegrará tu mesa incluso acompañando los Kellog's.

Hay miles de ideas, tantas como se te ocurran. Y como una imagen vale más que mil palabras, te invitamos que te inspires en nuestra galería de imágenes. Salta de foto en foto y deja volar tu imaginación.