Ya solamente por el mero hecho de mantenernos calientes en invierno merecen nuestro cariño. Pero la verdad es que los radiadores bonitos, bonitos, no son. Por eso, es habitual instalar un cubrerradiador que camufle su presencia. Pero no vale cualquier tipo de mueble. Hay piezas específicas que no tapan el calor, sino que están diseñados para cubrir el radiador sin impedir que caliente tu casa.
¿Qué pasa si cubres un radiador?
Tapar los radiadores con muebles o cortinas no es nada aconsejable porque incrementas el consumo de energía y dificultas la transmisión del calor en la vivienda. Sí lo es, en cambio, cubrir o disimular los radiadores para que se integren mejor en la decoración y garantizar la seguridad de los más pequeños. Si te decides a cubrirlos, conviene que sigas estas pautas:
- Purga los radiadores: comprueba si los radiadores calientan lo suficiente. Si no es así, quizás sea necesario eliminar el aire que haya quedado atrapado en el sistema. ¿Sabes cómo purgar los radiadores?
- Instala paneles reflectantes detrás de los radiadores, muy efectivos a la hora de “rebotar” el calor hacia la habitación. Los encontrarás en centros de bricolaje. Otra cosa que debes hacer es investigar qué sistema de calefacción es más barato.
- Mantén una distancia mínima de 5 cm entre el mueble y el calefactor para una correcta ventilación.
- Elige cubrerradiadores que tengan huecos amplios por los que pueda salir el aire caliente, como rejillas, puertas abatibles...
- Incrementa la humedad relativa del aire. Basta con colocar sencillos sistemas de humidificación o evaporadores para radiadores. Una humedad del 50 a 60% es muy recomendable en invierno.
¿Se puede poner un mueble delante del radiador?
Colocar un mueble delante de un radiador para taparlo y que no se vea no es una buena idea, ya que con ello pierde su eficiencia y reduce su rendimiento calórico. Tampoco es recomendable colocar ropa encima de ellos para que se seque, puesto que puede provocar la aparición de humedades y hongos.
Pero sí que puedes camuflar su presencia con un cubrerradiador. De hecho, con las soluciones que te proponemos más adelante seguro que los radiadores ya no serán un problema ni un estorbo en tu decoración, sino más bien ¡un plus de estilo!
Cómo mantener un radiador como nuevo durante más tiempo
La manera más fácil y rápida de que conserven un aspecto impecable es limpiar el radiador para evitar que acumule polvo y renovarlo con pintura. De esta forma, lo protegerás, actualizarás y elevarás su efecto decorativo.
Si pintas el radiador para mantenerlo como nuevo durante más tiempo, debes hacerlo con esmaltes específicos para radiadores. Son productos capaces de aguantar las altas temperaturas (80-90 °C) que alcanzan los aparatos de calefacción. No emiten olores, no hay riesgo de que se cuarteen o de que se formen ampollas y, por lo general, no necesitan imprimación previa: se dan directamente sobre la superficie. Además, secan con rapidez. Las principales marcas de pinturas cuentan con este tipo de esmaltes y en el bote se indica para qué aplicaciones están destinados. También existen este tipo de pinturas en distintos colores, si lo que quieres es camuflar su presencia.
Ideas de cubrerradiadores
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