Los colores ideales para pintar tu cocina

Empezó ocupando solo una zona pequeña, a modo de pizarra donde apuntar la lista del súper o la última receta. Pero fue ganando espacio y ha acabado tiñendo paredes tan grandes como estas. El único requisito: tener luz para dar y vender. Y espacio. De otro modo, será una cueva.

¡Cuánta luz y qué suavidad! Queda genial, no agobia y combinado con mobiliario negro, gana fuerza y personalidad. ¿La madera que le va bien? De claras a oscuras. Cualquiera. Aquí lo verás en la tarima, la encimera y la balda. 

Porque le va bien a cualquier estilo de cocina. Además, aporta luz y hace que el espacio se vea mucho mayor. Y te ofrece un plus: el blanco hace que domine el color de los detalles (trapos, botes, boles, plantas...). ¿Consecuencia? Con poco gasto, pondrás tu cocina de moda a cada temporada.

El verde menta está de moda. Ya lleva tiempo estándolo, de hecho. Y también para cocinas. Si tienes un estilo de mobiliario retro o campestre, en blanco o de madera clara, le sentará de miedo y le dará un aire happy y lleno de luz. 

Pintar el techo es una buena idea si tus muebles de cocina tienen combinación de tonos y materiales. De este modo, haces que los muebles destaquen sobre una pared blanca. Y con el techo, das un toque distinto y personal al espacio. El lila encaja con negros y tostados como el de las fibras naturales.

¿Otra idea genial? También pintar el techo, pero, esta vez, ligarlo al color del suelo, como aquí. Una solución perfecta cuando el pavimento de la cocina es especialmente bonito. En verde intenso, apuestas por un clásico muy vital. 

Para estilos elegantes con un toque atrevido y chic, es genial. Elige un rosado envejecido y súbele el nivel acompañándolo con griferías, tiradores o lámparas doradas o de cobre, por ejemplo. Con mobiliario en blanco queda perfecto pero en negro... ¡lo peta!

Es un color de temporada, es cierto, pero puede convertirse en un tono que siempre veas bien porque equilibra. Consigue dar actualidad a los materiales más clásicos y dar elegancia a los más modernos. Con madera y dorados, queda especialmente cool. 

Tiene la capacidad de casar con todo tipo de material y de estilo de cocina. Lleva la cantidad perfecta de gris y de marrón, por lo que se convierte en un color neutro ideal para utilizarlo sin miedo. Eso sí, cuanto más oscuro, más luz necesitarás, así que si los muebles son blancos, mucho mejor.

Es sobrio y audaz a la vez. Una cocina pintada de verde olivo invita a la serenidad pero a la vez, nos habla de que el chef no es nada clásico. Una apuesta muy interesante para combinar con microcementos, maderas desgastadas y fibras.