Que levante la mano quién no tenga un centro en la mesa del comedor. Y es que por bonita que sea, una mesa sin un centro se ve desangelada, desnuda, como si le faltara algo... Y ahí es donde el centro de mesa puede obrar milagros. No es necesario que sea un gran centro o un ramo de flores frescas que debas renovar semanalmente. Las ideas, como has visto en la galería, son muchas y sencillas: una composición de pequeñas macetas en el centro de la mesa, una bandeja con piñas o elementos naturales que hayas recogido en tus excursiones al campo, unas velas decorativas...

Composición de botellas con flores

Un consejo antes de ponerte manos a la obra: si el centro de mesa es el de diario, es decir, lo vas a poner y sacar cada vez que vayas a usar la mesa, y vas a reunir diferentes elementos, procura agruparlos en una bandeja o una fuente. Así cuando tengas que quitar el centro solo tendrás que llevarte la bandeja ¡y listos!