En casa queremos estar cómodos y sentirnos a gusto. Sin artificios ni corsés decorativos. Y si además podemos rodearnos de objetos naturales, ecológicos y sostenibles, mejor que mejor. Para nuestro bienestar y para el de nuestro planeta.

A esta tendencia por lo eco, se le suma un nuevo (viejo) material: el corcho. Tuvo su época dorada en decoración allá por los sesenta y setenta hasta caer en el práctico olvido. ¿Quién no tuvo en su casa el típico suelo de corcho? Han sido necesarias varias décadas para que este material vuelva a ser tendencia. Y no solo como pavimento o revestimiento de las paredes, sino como material para diseñar objetos decorativos. Desde sillas o taburetes (los de la imagen son de Galula) hasta lámparas o jarrones.

Taburetes con estructura metálica de colores y sobre de corcho

Te proponemos un ejercicio: presta atención y mira a tu alrededor. En las tiendas más fashion verás lámparas, bolsos, salvamanteles, tazas para mantener el café caliente, mesas, ¡fundas de móviles!... ¿Qué pasa aquí?

“El corcho vuelve porque en tiempos como los que vivimos nos interesa la moda sostenible y el corcho lo es. Se trata de un material natural, ecológico, biodegradable y autóctono: gracias a él se puede recuperar un cultivo y en la península Ibérica se trabaja con un material propio”, nos explica la interiorista Alba Ciordia, de la concept store malasañera El Paracaidista.

El corcho natural es una opción perfecta para la habitación de los peques y para las personas alérgicas, ya que no absorbe el polvo, la suciedad ni los ácaros

El corcho es “natural, ecológico, reciclable, fácil de limpiar y resistente al agua” nos soplan desde Amazon Tendencias, donde ofertan una amplia selección con jarrones, bandejas, ¡hasta pen drives!. “Es un material que seduce por su textura inimitable, y porque aunque es un material clásico, aporta su toque innovador. ¡Y además es versátil: podemos hacer zapatos, faldas… el corcho se puede utilizar para todo tipo de creaciones!”, remata Alba Ciordia.

Ojo a los suelos

“El corcho es la corteza del alcornoque, un árbol de la familia del roble que crece principalmente en la cuenca occidental del Mediterráneo. Su tiempo de vida estimado es de 200 a 250 años, y se necesitan 25 años de media para poder extraer el primer corcho”, explican desde Wicanders, una marca especializada en revestimientos de suelo y pared. Ellos también nos recuerdan que el alcornoque es el único árbol cuya corteza se regenera tras cada extracción, dejando el árbol intacto. ¡Maravillas de la naturaleza! Además, el corcho es un material silencioso y confortable a la pisada, y un buen aislante térmico natural.

Silencio, bienestar, confort... ¡suena bien! Corcho, con estas ventajas, ¡ya tardabas en volver!