Los zócalos son un recurso infalible para vestir más la casa en general, y la cocina, en concreta, y hacerla más acogedora. Hay diferentes tipos según el material:
- De madera: son la opción tradicional y también la más exclusiva, ya que las molduras se labran de manera artesanal en la madera. Sin embargo, si la madera es joven, acaba "sudando" y con el tiempo aparecerán manchas, es lo que se conoce como "nudos llorones".
- De DM: es lo más habitual, sobre todo si vas a lacarlo –el acabado es impecable– o pintarlo. Incluso puedes aplicarle un tinte si quieres darle un acabado de madera. A diferencia de la madera natural, las molduras no se labran, sino que se pegan encima del tablero de DM. Es más económico que el de madera y lo tienes para toda la vida. Un consejo: complétalo con un zócalo alto, de 15-20 cm, es coomo quedará más bonito.
- Falsos arrimaderos: se realizan con molduras tipo Orac Decor, que se colocan directamente en la pared, sin un soporte. Es una opción económica y fácil de instalar. Basta con colocar una moldura a modo de remate –a unos 110-115 cm del suelo– y el panel con el diseño elegido. Conviene protegerlo con una pintura acrílica.
Mira estas cocinas con zócalos y elige el diseño que mejor encaje con la tuya.
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